lunes, 18 de marzo de 2024

Un Ladrón Romántico (Netflix, 2024)

 

      “Un ladrón romántico” (Netflix, 2024) es uno de los más claros ejemplos de que el cine, y las series turcas, siguen arrasando en España con guiones sencillos, que buscan el puro entretenimiento, y que, a pesar de que no es el tipo de cine que yo suela disfrutar, tengo que reconocerle su publico y que puede salvarte, más o menos, una tarde aburrida llegado el caso con una historia simpática, rocambolesca, absurda, parodia de otras cintas del género.

      Comentaros que la película está entre las más vistas del país en esta tercera semana de marzo, dentro de la plataforma Netflix, y viene con todos los elementos anteriormente vistos miles de veces en producciones del género de atracos sobre robos espectaculares de cuadros, obras de arte, con mucho traje caro y medidas de seguridad casi imposibles, todo aderezado con una música tan arquetípica como la propia película en sí.


       La narrativa gira en torno a una agente de la Interpol, Alin, Historiadora del Arte, que descubre que el causante del robo de un cuadro fauvista en Estambul es un ladrón romántico, ya que roba cuadros de parejas y siempre de ese estilo artístico, cuadros de poco valor, y todas las pistas le llevan a averiguar donde va a dar el siguiente golpe, también en Estambul, donde llegará cinco minutos tarde (y eso que sabía ya que iba a ser allí, que podría haber ido a las ocho de la mañana, digo yo), pero justo a tiempo para descubrir que el malvado caco es un guaperas, antiguo novio suyo llamado Güney, multimillonario, que la dejó tirada hace unos pocos años atrás sin avisar, ni cortar por guasap, ni publicarlo por redes sociales, como mínimo, que es como debe ser. Le dijo que iba a por tabaco, y aun le puede estar esperando. Tal cual.


      No os puede extrañar que un multimillonario sea ladrón de guante blanco, porque si hay algo que nos ha enseñado el mundo del cómic y del cine, es que hay multimillonarios que se disfrazan de murciélagos a las tres de la mañana y salen de noche a darles infartos al personal de limpieza de Gotham. Tenemos multimillonarios que te hacen armaduras del copón, que vuelan y lanzan rayos por todos los orificios. Tenemos multimillonarios… Yo qué sé, que quieren conquistar el mundo, o ser Presidente de Estados Unidos, y mil ejemplos más… Y uno que sea ladrón de guante blanco, es lo menos raro que se vende.

      Sigo con la narrativa, que me pierdo… Después de reflexionarlo durante dos minutos y medio, nuestra protagonista idea un maléfico plan, que es básicamente seducirlo y echarle el guante a la primera de cambio. Por otro lado, él, está asesorado por una bella hacker y un esbirro de nivel medio que le acompaña siempre, y parece caer pronto en un re-enamoramiento, si es que se puede decir así.


     Pronto, nuestra protagonista se debate entre el deber y el amor por este guaperas multimillonario que viaja por todo el mundo en su jet privado, y tiene una flota de coches de quitar el hipo, y unos gustos carísimos.

      ¿Qué es más importante: El deber de desenmascarar y detener al ladrón, o el amor desinteresado y verdadero que late en su corazón? Es lo que se nos llega a plantear en la película, llegado el momento.

      Así asistimos a románticas veladas, que nunca acaban con la caidita de Roma, pues no hay que olvidar que estamos ante una peli turca, al fin y al cabo, y a escenas de “acción”, donde se vuelven ladrón y policía a ratos, cuando toca. Por cierto, también tenemos un malo, descafeinado, parodia igualmente de los típicos de las películas de este estilo, normalmente gringas.


       En definitiva: Con poco más de una hora y media de metraje, película sin grandes pretensiones, más allá del puro entretenimiento, como os decía al principio, y con algún giro argumental que te esperas que llegará tarde o temprano. Tintes de las películas del género, con cierto grado de parodia. Buenos exteriores. “Un ladrón romántico” es la típica película de sobremesa de Antena 3, que se rueda en un mes y se produce en dos, que puede salvarte una tarde aburrida, y que tiene su publico…        Cinematográficamente, sin embargo, no es para tirar cohetes, y por ello no le doy más de un 4,5. Por cierto, no me ha quedado claro porque Güney robaba cuadros, y de tan poco valor si no los iba a revender, y no me digáis por amor, que no cuela.

domingo, 17 de marzo de 2024

El Insoportable peso de un talento descomunal (Netflix, 2022)

 

       Hoy me he decidido por “El Insoportable peso de un talento descomunal”, película estadounidense de 2022, que también podría haberse llamado “Nicolas Cage en Leaving Mallorca”, que está entre las más vistas de Netflix España durante estos días, no por ese hecho, de que sea una de las más vistas, sino porque está protagonizada por Nicolas Cage, y en todos los años que llevo con el Canal de Youtube, y en 1400 vídeos publicados, no le he dedicado ni una sola entrada, ninguna reseña a este histriónico, icónico actor, que tiene a partes iguales millones de admiradores y detractores.

       Yo me encuentro entre el primer grupo, entre el de los admiradores, pero sin pasarse, y reconozco, y quizás sea uno de mis defectos, que tiene algunas películas que en su momento, me gustaron mucho… Hoy no sé si pasarían un segundo visionado.


        La película, de kilométrico título, te la venden en el tráiler como una comedia de acción, pero la verdad es que tiene muy poco de comedia, salvo algún chiste o guiño esporádico en relación a un Nicolas Cage omnipresente durante toda la cinta, y acción solo en los minutos finales.

       Tenemos a Nicolas Cage, haciendo de Nicolas Cage, algo que, por otro lado, no es nada original, y que ya hemos visto en otras ocasiones, con actores que casualmente estaban en lo peor de sus carreras, o al menos no en el mejor momento, como el amigo Van Damme, que es el primero que se me viene a la cabeza, y su película “JCVD” de 2008, que enfocada desde la semificción, algunos aspectos de su vida profesional, y personal.

        Aquella cinta de Van Damme era fácilmente olvidable, aunque la crítica creo recordar no se portó mal en su día con ella, y esta de Nicolas Cage, lo es igualmente, aunque, si eres fan del actor, la querrás ver seguramente.


        En la narrativa: Nuestro lunático Nicolas Cage busca papeles, nuevos papeles que interpretar, mientras sufre apariciones de su versión joven y exitosa, Nicky, que parece un macarra escapado de los años ochenta, y a la par lidia con un divorcio en ciernes y con una hija a la que no le gusta la película “El Gabinete del Doctor Caligari”, (que yo, por cierto, y aquí hago un pequeño paréntesis, considero un peliculón, al igual que las versiones en cómic que he leído, que están muy bien, dicho sea de paso…), y que no ha leído a Mark Twain, y cree que Humphey Bogart es un actor de películas para adultos…

       En este aspecto, me he dado cuenta que el grado de incultura general sobre algunos temas es global, algo que durante mucho tiempo pensé que era patrimonio patrio, exclusivo de nuestro sistema educativo, y no… Jóvenes ignorantes con ganas de seguir ignorantes, los hay en todos los países. Debe ser por aquello que decía Lord Byron: “El Conocimiento es dolor”.

        Un día, su agente le ofrece acudir al encuentro de un multimillonario, fan suyo, a cambio de un millón de dólares que acabaría con gran parte de sus deudas.


      Después de ser rechazado en un papel que creía seguro, y cagarla en el cumpleaños de su hija, a Nick no le quedan más opciones que aceptar ir a ver a ese fan… Un tal Javi Gutiérrez, interpretado por Pedro Pascal.

       Citado en Mallorca, cuyos exteriores son la leche, es interceptado, como no, por la CIA, que le cuenta que tiene que trabajar para ellos, ya que el tal Javi ha secuestrado a la hija del Presidente de Cataluña… Si, tal cual.

        A partir de aquí, tendremos una media hora de puro aburrimiento, donde Javi quiere hacer una película con Nicolas Cage basada en un guion suyo, Nicolas Cage está cuando no puesto o bebido, intentando colaborar con la CIA, y como malvado, malvadísimo, tenemos a un muy aceptable Paco León, cuyo papel le viene como anillo al dedo…

        Como durante este año tenemos un 50% menos de spoilers, lo voy a dejar por aquí en cuanto a narrativa.


         En definitiva, y resumiendo… Película de poco más de una hora y media, a la que no le he visto demasiada comedia, y a la que recortaría metraje gustosamente. Hay incluso un par de escenas que me han parecido un tanto sonrojantes, pero es que es Nicolas Cage, y es lo que hay. Acción solo al final. Exteriores, una maravilla, no conozco las Islas Baleares, y en cuanto venda un riñón, toda mi biblioteca y pida un préstamo por varios miles de euros, me iré un finde a ver aquello… Al grano, es una película para fans de nuestro estrambótico protagonista y sus “Instintos interpretativos chamánicos”, como él mismo los llama. Le doy un 5 raspado, y la dejo a vuestra entera elección. Ahora veré “Paddington 2”.

viernes, 15 de marzo de 2024

Muerte, Muerte, Muerte (Netflix, 2022)

 

Muerte, Muerte, Muerte” (Netflix, 2022) se encuentra en este ecuador de marzo de 2024 entre las películas más vistas de la plataforma Netflix España, que apuesta por la típica película de jóvenes veinteañeros, ricos, pijos, que conocen todas las adicciones habidas y por haber, y que quedan en casa de uno de ellos, para ponerse hasta arriba y que ya sabes desde el principio que la vaina no va a salir bien, y de hecho, nada bien…

Esta es la típica-tópica película que parece hecha por unos colegas en dos o tres fines de semana que estaban aburridos y te la ponen en pie en un mes, y aún así, me ha sorprendido saber que tiene alguna nominación a Premios de distinta categoría y Festival, que no lograron, porque de haberlo hecho, ya sería para engancharse al Algidol en cantidades industriales, por la congestión mental que puede llegar a darte.


En teoría debería estar dentro del género Slasher, que tan buenos momentos me ha dado en el pasado, y que consiste, por si no lo sabéis, y resumiendo mucho: En el psicópata de turno que asesina compulsivamente jovencitos, adolescentes, que están en una casa o en algún lugar similar, muchas de las veces puestos hasta las cejas de estramonio o sustancias similares, o en actitudes un tanto raras y malas… Y digo debería, porque “Muerte, Muerte, Muerte”, engaña en ese aspecto, pero no te darás cuenta hasta pasada la mitad de la película, y más concretamente en el final, un final por cierto, que a mi me hizo soltar una risotada, una estrepitosa carcajada, que se oyó en toda Extremadura y que creo que es épico… El final, digo, la película es fácilmente olvidable.

En la narrativa, como os decía anteriormente, que no tiene mucha chicha ni limonà, dos chicas que tienen una relación desde hace un mes y medio, se presentan en casa de uno de los amigos ricos, multimillonarios, de una de ellas, con un huracán en ciernes.


Ya desde el principio nos queda claro el enganche al móvil, a las redes sociales, al postureo en general, y la falsedad que hay entre ellos y con ellos mismos... Entre estos veinteañeros que se comportan como críos de diez años todo el tiempo, llama la atención que el doble de David Guetta se encuentre entre ellos, cuarentón enrollado con una de las chicas, de la que podría ser su padre perfectamente, y que encima participe de todo el tinglado absurdo que se montan los nenes en la cabeza, demostrando que posiblemente es el peor de todos ellos en casi todos los aspectos...

En un momento de la película, les da por jugar a una versión cutre del Cluedo, mezclado con “Among Us”, con un supuesto asesino suelto, que sería uno de ellos, y con la misión, el objetivo del resto del grupo de descubrirlo una vez cometa el primer asesinato… Diciendo el descubridor del cuerpo: “Muerte, Muerte, Muerte”, y poniéndose a elucubrar, si es que saben hacerlo, y el significado de la palabra, para descubrir al asesino que hay entre ellos.


Pronto, entre que se va la WiFi, que para ellos es lo más terrorífico de todo lo que les sucede, la luz también fuera, se van acabando las drogas, el huracán haciendo de huracán y un reguero de muertos en diferentes circunstancias cada cierto tiempo, la casa se convierte en un pequeño infierno donde nadie se fía de nadie, y donde cualquiera de ellos puede ser el siguiente… Y antes de llegar a ese momento, hay que ir soltando todas las mierdas posibles sobre unos y otros. Todo es diversión, hasta que empieza la sangre, que no es tan divertida cuando fluye.

En definitiva: Con una hora casi y media de duración, y con gran parte del metraje en una oscuridad de la que te tienes que imaginar más de lo que logras ver, “Muerte, Muerte, Muerte”, no es una película para tirar cohetes, ni muchísimo menos, y no te va a aportar nada original del género, más allá de algún chiste o un guiño referido a las nuevas generaciones amantes de las redes sociales, el postureo barato y los likes que tanto nos gustan a todos, a mi incluido, y tipas chillando como posesas todo el rato. En mi opinión no tiene más de un 4 de nota, y hay ratos en los que he bostezado como un gato bajo el sol de agosto, pero reconozco que el final le da cierto empujón, pero la frase final resume perfectamente la película, a la generación de jóvenes que hace mención, y a una parte de la sociedad en general… De verdad que me hubiera gustado desgranarla un poco más, pero no hay por donde.

domingo, 10 de marzo de 2024

Damsel (Netflix, 2024)

 

Damsel” (Netflix, 2024), película de fantasía heroica, que supongo que viene al rebufo del pasado éxito de “Juego de Tronos” con el tema de los dragones, y aprovechando el tirón de la actriz protagonista Millie Bobby Brown, tras su paso por la exitosa “Stranger Things”, y que se ha estrenado ahora, durante esta semana, en España.

Centrándonos en la narrativa: Tenemos un Reino que está en las últimas. El Cambio Climático les ha traído un frío del copón, y la gente huye de allí en cuanto puede. Hasta las princesas Elodie y Gloria se dedican a cortar leña y llevársela a casa antes de que se adelante algún campesino harapiento.


Un día reciben una propuesta de matrimonio del príncipe de un Reino rico y pijo, que está donde Cristo dio las tres voces, y que están especializados en la agricultura de bancales, y que están muy interesados en casar al niño con la Princesa Elodie, la mayor. Así que ni cortos ni perezosos, toda la Familia Real se embarca par ir hasta allí en un cascarón de nuez, que llaman barco, porque ese tren no lo pueden dejar escapar.

Nada más llegar, se dan cuenta que aquello tiene mucho de Parque de Atracciones, muy multicultural, y con un sector terciario poco aprovechado, más allá de tener mucho funcionarios. Algo parecido a Extremadura, porque tampoco tienen tren.


La boda se realiza más pronto que tarde, y enseguida se llevan a nuestra Elodie a un sistema montañoso cercano, causante del efecto Foehn que sufre aquel reino junto al mar, y muy rico en granito para encimeras, donde unos tipos con máscaras acompañan a la Reina Madre, que ha llegado antes que el carruaje que iba a 80 por una comarcal, y a la que le ha dado tiempo a disfrazarse de compresa usada.

La pobre Elodie, que pensaba que la llevaban a un hotelito en la Sierra a rememorar la Caidita de Roma, se encuentra con su suegra disfrazada soltándole el rollo que allí vive una dragona que come princesas. No come campesinos, ni repartidores de Glovo, ni representantes de Avon… Solo Princesas. Así que su destino es ser devorada por una dragona que lleva milenios respirando gas radón, y está muy puesta.


El Príncipe, su flamante marido que no le ha puesto dedo encima, siguiendo la ceremonia, la tira a una pozeta, donde se supone que la dragona la devorará. Elodie, que sobrevive a una caída de 85 metros, con solo algunos rasguños, intentará salir de aquel laberinto sin salir chamuscada ni volverse loca con la cháchara que se gasta la muy lagarta de la dragona.

En su vagar por las cavernas, se va convirtiendo en una superviviente, que ríete tú de toda la franquicia del Baldur´s Gate chaval: Descubre unos gusanos radioactivos curativos, y unos petroglifos del Paleolítico Superior con el nombre de todas las princesas que han pasado por allí, un mapa de carreteras y otras cosas guarras que pusieron las anteriores princesas antes de cascarlas allí.


Así que Elodie va conociendo la verdadera historia de la dragona, entre susto y caminata, y ve fracasar una misión de rescate dirigida por su padre.

Como consigue huir, la dragona la lía parda, y los Reyes le ofrecen a la hermana pequeña de Elodie, Gloria, que la dragona no duda en retener porque está interesada en cargarse a Elodie.

Elodie entonces entra en su fase evolucionada. Una especie de McGyver y Red Sonja, armada con la espada de su padre, que la compró en Toledo en un viaje del Inserso. Elodie inicia una batalla épica contra el bicho, a sangre y fuego, nada de adivinanzas y anillos raros, a hostias, derrotando al bicho y devolviéndole la chachara, para atormentarla más, y descubriendo que, no solo comparten ideología, sino que votan al mismo partido político.

Finalmente, tan amigas, Elodie cura a la dragona con un kilo y medio de gusanos radioactivos, y se presentan en el Palacio de sus suegros a repartir amor. En diez segundos cambian de Casa Real. Y el final no lo tengo muy claro, no sé si se quedan con el reino, o si este pasa a ser una república bananera…


En definitiva: Con una duración de una hora y cuarenta minutos, “Damsel” no es del género de películas que a mi me interese, y la he visto más por curiosidad que por verdadero interés. Personalmente no le doy más de un 4, y un 3,5 sino he merendado. Con localizaciones en España, rodada en 2021 en plena pandemia, destaca por ser ecléctica en todo (vestimentas, estilos arquitectónicos, armas…), buenos efectos especiales, y una historia muy del tipo Fiona de Shrek, poco más os puedo decir. Entiendo que pueda tener su público, pero yo no estoy entre ellos.

sábado, 9 de marzo de 2024

El Vaquilla (Cascaborra, 2024) Manolo López Poy, Kepa de Orbee

 

A los que tenemos una edad, el nombre de “El Vaquilla” aun nos resulta familiar, y nos rememora a otros tiempos, finales de los setenta, principios de los ochenta, donde Juan José Moreno Cuenca, que ostentaba ese mote, ese nombre de batalla, campaba cuando no en la calle delinquiendo, la mayoría del tiempo en la cárcel.


Mitificado por el cine y la prensa de la época, Juan José vivió 42 años, de los que 28 se los pasó en la cárcel, lo que no fue óbice para labrarse una imagen a su alrededor, con la que él mismo, en sus etapas de lucidez, no estaba de acuerdo, al afirmar muchas veces “haber nacido en el otro lado de la sociedad”, que era como le hubiese gustado que se hubiese titulado su película biográfica, “Yo, El Vaquilla”, que fue un éxito cinematográfico, y que desde luego sonaba mejor que “En el otro lado de la sociedad”, para una película del género kinki, habitual en los videoclubs de la época, que lo petó junto a otras historias como “Perros Callejeros”, “Navajeros”, “El Pico”, “La estanquera de Vallecas”, “Deprisa, deprisa” o las dos partes de “El Lute”, que para la época del Vaquilla ya se había quedado un poco obsoleto (por decirlo de alguna manera), entre otras, con el denominador común de las drogas, los barrios marginales ochenteros de las periferias de las grandes ciudades españolas, los atracos a bancos, los tirones de bolsos montados en R-12s desde el asiento del copiloto (como cuatreros de la época) y los duelos a navajazos, como buenos bisnietos de aquellos míticos bandoleros decimonónicos que se cosían a hierro y sangre entre ellos o contra los gabachos en series de ficción… En esos duelos kinkis tan cinematográficos.


El Vaquilla” es un cómic publicado por la Editorial Cascaborra fuera de sus habituales colecciones y formatos, que viene a recordarnos una parte de aquella España de hace cincuenta años, la que despertaba con una balbuceante democracia, la del fin del Franquismo, que se llevó a una gran parte de una generación a través de una jeringa, del caballo, no ya en las grandes ciudades españolas, también en las pequeñas, ya que en mi Badajoz natal vi caer a algunos por culpa del caballo en el San Roque, que era mi barrio, de los años ochenta, y alguno que fue compañero mío de clase en el colegio, también cosido a hierro, desgraciadamente, en episodios truculentos…

El cómic, en riguroso blanco y negro, de 96 páginas, viene de la mano de Manolo López Poy, guionista muy bien documentado, del que ya hablamos en su día en el blog, en 2021 concretamente, por la fantástica biografía que hizo junto al dibujante Kepa de Orbe de Valle-Inclán.

A Kepa, por cierto, también le debemos, “Bailén 1808”, junto al gran amigo de este canal, el profe y guionista Carlos Peinado. “1415: Ceuta” sobre la conquista portuguesa de la ciudad norteafricana (hoy ciudad autónoma española, que nunca fue ni ha sido marroquí a pesar de lo que muchos defienden), y una maravilla de cómic como es “Memoria”, sobre las atrocidades provocadas por los dos bandos en la Guerra Civil española, del que tenéis reseña en el canal de Youtube.


En “El Vaquilla”, seguimos a Juan José desde sus inicios como delincuente, en su Barcelona natal, siendo detenido por primera vez con once años, y pisando la cárcel ya con catorce años. Una familia desestructurada, que diríamos hoy en día, las drogas desde bien temprano, y las circunstancias, pronto lo catapultaron a una vida criminal, donde llegó a matar a una mujer en un tirón de bolso desde un coche. En el cómic somos testigos de su vida y obra, y de manera paralela acompañamos a os parroquianos de un bar que siguen su trayectoria por televisión, siendo uno de los habituales de la barra muy crítico con él. Pasamos por las distintas cárceles, sus relaciones con mujeres, con las drogas, sus intentos de fuga de la Modelo, su protagonismo mediático… En un cómic excepcional que, por lo menos a mi, a mis cincuenta años, me ha hecho recordar aquella etapa, aquel lenguaje casi olvidado de “picoletos, caballo, maderos, trena…”… Toda una generación que para mediados los noventa, como mucho principios de siglo, ya había muerto de sida, por culpa de las drogas y circunstancias bastante chungas en la gran mayoría de los casos, y que hoy ya solo unos pocos recuerdan.


El Vaquilla”, como digo, retrata una parte de nuestra Historia, quizás no la más apetecible y querida, pero no deja de ser Historia, y cómics como este se encargan de que no caiga en el más oscuro de los olvidos. Si podéis, acercaros a la vida de Juan José, a través de Manolo López Poy y de Kepa de Orbe que hace un calco en cómic de lo que fue aquella época. Destacar una breve, y necesaria biografía final en las últimas páginas del tomo, con la que Poy remata magistralmente una genialidad de cómic.

miércoles, 6 de marzo de 2024

Criatura Maldita/La Isla de las Pesadillas. Hideshi Hino

 

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Hideshi Hino ha sido, sin duda, uno de los descubrimientos de lo que llevo de este año 2024. Me había leído una antología de manga de terror japonés, que compré porque venía un relato de Junji Ito, gran maestro mangaka del terror japonés que me gusta muchísimo y que saca cómics como churros, que yo no tengo ni tiempo ni dinero para leérmelos todos, y me lo encontré a él, entre otros autores nipones… El cómic era “Ángulo Muerto”, por cierto, por si os interesa.

Después, recién estrenado el año, me hice con “Historias de la Máscara”, un cómic publicado en España el pasado 2023, por Ediciones La Cúpula, y que tenéis comentado tanto por el blog, como por el Canal de Youtube, y me lo leí entusiasmado, porque es desde luego uno de esos cómics que comienzas y ya puede tener el número de páginas que quiera tener, que no voy a parar hasta concluirlo…

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El poso que me dejó fue tan bueno, que he querido hacerme con algo más, y en esta ocasión, me he hecho con dos cómics de Hideshi Hino, que he vuelto a devorar con avidez, y que no han acabado con el hambre de seguir leyendo más de este autor casi octogenario.

Nunca he hecho una entrada dedicada a dos obras, y la ocasión sin duda lo merece: En primer lugar me he leído “Criatura Maldita”, cuya obra original es de 2007, pero cuya edición , por lo menos la que yo tengo, es de 2019, de Ediciones La Cúpula.


Se trata de un cómic de 209 páginas, no numeradas por cierto, formato pequeño, en riguroso blanco y negro, que en la narrativa nos trae una escabrosa historia. En una familia nacen dos niñas. Una es un ser angelical. La otra, un auténtico monstruo cuyo padre pronto abandona en un vertedero, creyéndola muerta, ya que muerta estaba hasta que los fuegos fatuos la reviven, no sabemos bien con que intenciones. La niña se alimenta de carroña, desarrolla un instinto cazador, y crece fea y abandonada por todos, animales incluidos, sin verse en ella ni siquiera un atisbo de humanidad, ya que realmente parece algo no humano… A los pocos años, la niña descubre la ciudad, el sabor de la sangre y la carne humana, y con la ciudad, a su familia…

El segundo cómic que me he leído de Hideshi Hino, “La Isla de las Pesadillas”, es de 2018 y repite editorial. En esta ocasión tenemos una serie de relatos de terror, cortos, en los que mucha veces se usa más el silencio, la viñeta muda, que el diálogo para transmitir. Son siete en total, de diverso interés y número de páginas.


Es un cómic de 204 páginas, que al igual que “Criatura Maldita”, no están numeradas, y cuyas historias son: “Nuestro querido profesor”, donde un profesor de Primaria guarda un terrible y horrible secreto, aunque a ojos de sus jóvenes alumnos, él es el mejor profesor del mundo.

Hola, Señor Siluro”, la historia de un semidios, un siluro, que ayuda a un niño de una familia que lo venera desde hace generaciones, a acometer un problema de acoso escolar y ganar seguridad en sí mismo. Quizás, no sea la más terrorífica de las historias que he leído de Hino hasta el momento.

La Niña de los Cuentos”, un relato breve sobre la reencarnación en gatos de los habitantes de un pequeño pueblo, al que llega un cazador buscando refugio una noche.

El relato que da nombre al tomo, “La Isla de las Pesadillas”, en la que un naufrago llega a una isla sin saber quién es, como llegó allí, como se llama, y se encuentra rodeado de monstruos infernales y a las puertas de una ciudad amurallada, cuyos habitantes portan máscaras rituales, y son poco amigos de extranjeros.

Sudor Frío”, una narrativa breve sobre las malas decisiones que toma un samurái solitario, un ronin, afectado por el calor.

El Cazador”, que es la típica historia del cazador cazado, quizás poco original, pero con el estilo peculiar de Hideshi Hino.

Y “La Sirena”, que cierra el cómic, y que narra una bonita historia, a la par que terrorífica, de las calamidades que pasa un samurái, monstruos mediante, para lograr capturar a una sirena, tal y como le había prometido a su señor…


En definitiva: La sensación que me he llevado de los dos tomos es buena. Los he disfrutado mucho, aunque también es verdad que algunas historias de “La Isla de las Pesadillas” quizás bajen un poco el nivel, pero no por ello me han parecido malas. Y de hecho, me han animado a hacerme con algo más de Hideshi Hino, que ya he visto que tiene al menos una docena de cómics, terroríficos, en español… Así que en este 2024, habrá más terror de la marca Hino.

Por cierto, muchas veces me preguntáis por los precios de los cómics, estos dos los he adquirido por unos diez euros cada uno. No los veo caros. Ya me diréis que os parecieron a vosotros.