Cuatro meses
después de su estreno (se estrenó en cines españoles el 1 de enero), me he
atrevido a ver “Heretic”, película estadounidense de 2024 de terror psicológico
que cuando la vino a presentar Hugh Grant a España en su día, me dio buenas vibras
que se han confirmado tras su visionado, y que ya os adelanto, me parece uno de
los papeles más interesantes de este actor británico encasillado en papeles de
películas románticas, que hace treinta años lo petaban…
En toda su carrera, por cierto, solo ha hecho
dos películas de terror, esta y una de 1988, “La Guarida del Gusano Blanco”,
basada en el último libro que escribió Bram Stoker, y que no tuvo mucho éxito
ni bombo… Ni el libro ni la película.
“Heretic” venía, viene, bajo esa interesante premisa de ver a un actor al que habíamos etiquetado, o se había etiquetado él solito, en un tipo de género, y que nos sorprende con una interpretación completamente distinta a la que nos tiene acostumbrados, y bajo la etiqueta de la productora cinematográfica A24, que tiene más de cien películas y producciones a sus espaldas, algunas bastante buenas, y otras no tanto…
“Heretic”
costó diez millones de dólares, y lo petó en su recaudación, que entre unas
cosas y otras alcanzó los sesenta millones siendo un exitazo en Estados Unidos
cuando se estrenó la primera semana de noviembre de 2024. En España, por
cierto, alcanzó poco más de un millón y medio de euros.
La
película tiene una mezcla de varios géneros, lo cual me ha gustado mucho.
Tenemos un fuerte terror psicológico, por un lado, que se entremezcla muy bien
con reflexiones morales, religiosas, filosóficas y hasta musicales, si se me
permite decirlo, con ciertas dosis de Cluedo (salvando las distancias). El
personaje de Hugh Grant es el típico cultureta que sabe de todo, pero más
inquietante que una rata en un vaso, y que cada vez que sonríe sube el pan.
La
narrativa gira en torno a dos misioneras mormonas, que ya desde el inicio de la
película andan reflexionando sobre tamaños de miembros, preservativos y temas
ciertamente profundos. Van de casa en casa hablando de su fe, hasta llegar a
una casa donde el tipo de la casa, el Señor Reed, las ha citado para que les
hable sobre religión y sus creencias.
Las
chicas confiadas, piden desde un principio la presencia de otra mujer para
poder hablar con él, algo que desconocía completamente de los Mormones, y el
Señor Reed las va toreando, diciendo que su mujer es muy tímida y chorradas
parecidas, hasta que ya a los diez minutos las chicas se dan cuenta que están
ante un tipo muy peligroso, y que, en realidad están retenidas en una casa de
pesadilla, decorada por un primo de Rappel, y donde la luz funciona a 125 voltios,
que las atiborra a cuestiones religiosas y existencialistas intentando quebrar
la fe de las chicas, creando una atmósfera de miedo y manipulación bastante
perturbadora.
Sustos,
lo que se dice sustos en sí no te vas a llevar. “Heretic” no es la típica película
que te revienta el tímpano con el chirrido de un violín atropellado a 55 mil
decibelios, pero si logra crear una inquietud en ti, porque piensas a cada
momento: ¿Por dónde va a salir el pavo este ahora? Y más cuando sale de escena,
deja a las chicas reflexionar sobre el siguiente paso y él regresa con nuevas
gilipolleces para comentar y reflexionar. Yo me lo hubiera cargado a los quince
minutos.
Pero
las chicas aguantan estoicamente el sadismo disfrazado de cortesía de un tipo
que es una enciclopedia con patas, pero que está como una cabra en bicicleta,
logrando que el espectador llegue a odiar las camisas a cuadros y las gafas
grandes, y te llegas a plantear muchas de las cuestiones que plantea el
individuo.
Por
ejemplo, hay un momento en el que habla sobre dioses mitológicos y la relación
con el monoteísmo de las tres religiones, y es muy interesante porque no se
inventa nada. Cualquiera que haya leído sobre el tema lo sabe, pero la manera
de presentar las cosas, la hostilidad manifiesta y la atmósfera de la casa, que
tiene que tener billones de ácaros por metro cuadrado, logra que te tengas que
quitar el sombrero, en mi caso la boina, ante uno de los mejores papeles que ha
hecho Hugh Grant, como os decía anteriormente. Las actrices, Chloe East y Sophie
Thatcher también dan una buena réplica, que pasan de ser unas beatillas a
plantearse cosas, y por momentos crees que estás ante una representación
teatral más que cinematográfica, lo cual también juega a favor del computo
final de la película.
En definitiva: Bien interpretada, gran nivel técnico y musical, bien planteada, con esa sensación asfixiante, quizás no sea una película que me haya marcado, pero si es una película que creo que merece un visionado. Personalmente, le doy un 6,5 de nota y os la recomiendo. Lo dejo por aquí.
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