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domingo, 9 de noviembre de 2025

Historia del Arte en Cómic. Revoluciones (Desperta Ferro, 2025) Pedro Cifuentes


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        Cuando en 2019, el ilustrador, divulgador y profesor Pedro Cifuentes publicó el primer tomo de “Historia del Arte en cómic”, dedicado a “El Mundo Clásico”, me quedé anonadado. Primero porque me pareció una maravilla, un cómic atractivo, didáctico a rabiar, y segundo, por el potencial que tenía, y que tiene, como medio divulgador de la Historia del Arte, a través de una curiosa clase de alumnos amantes de la Historia del Arte, y un curioso profesor, que, armado con una espada láser de goma o de plástico, viaja con ellos a través de la Historia, conociendo de primera mano obras, artistas, monumentos, y con unas pinceladas de humor, sin perder en ningún momento, el rigor.

        Un cómic para todas las edades, que fue un éxito rotundo, y al que siguieron otros tres, dedicados a La Edad Media, el Renacimiento y El Barroco. Hoy, dos años después de que se publicara el cuarto tomo, el del Barroco, os traigo el quinto, y de momento, el último de la colección, titulado “Revoluciones”, que abarca el último cuarto del S.XVIII, todo el S.XIX, y los inicios del S.XX. ¿Y sabéis qué? Que Pedro Cifuentes lo ha vuelto a conseguir: Una auténtica joya.

        Después de seis años, al profe se le ha puesto el pelo blanco, aunque esta clase, que sería la envidia de cualquier docente, sigue tan jovial y entusiasta como siempre siguiendo los pasos del perro del profesor, Lomper, que es un auténtico diablillo y se las sabe todas.


        Sospecho que este es el tomo que más dificultades ha debido plantearle al profesor, ya que son muchas cosas que narrar en un cómic de tapa dura de 192 páginas a todo color. Dejamos el tomo anterior en el final del Barroco, pero ahora aparecen los movimientos sociales, las Revoluciones Industriales y también sociales de manera paralela al desarrollo industrial, una nueva literatura, una nueva sociedad y nuevas filosofías, hechos destacados e importantes dentro de la Historia de la Humanidad, y de manera paralela, se multiplican los artistas, los movimientos artísticos, siendo desde luego un periodo fascinante, pero difícil de narrar, por todo lo que abarca. Es un periodo que ve el nacimiento del arte contemporáneo, que no es cualquier cosa. Todo cambia a una velocidad vertiginosa, tanto el arte, como los artistas, y mucho más la función social del arte, y su significado dentro de la sociedad.

        Así, pues, nuestra clase de Historia del Arte, integrada por María, Tomás, Isadora, CPU y Andrea, recorrerán el Rococó, el Neoclasicismo, el Romanticismo, el Realismo, el Impresionismo y el Post-Impresionismo… Seremos testigos de la aparición de la fotografía, y los chicos se codearán con Goya, Gericault, Ingres, Courbet, aparte de otras personalidades de la época, que, a través de la anécdota y el humor, nos irán enseñando las características artísticas de cada momento.


        Así, cada movimiento artístico viene acompañado de un artista que nos hace de guía, nos enseña los elementos de dicha tendencia artística, el contexto histórico, el pensamiento, y todo a través de páginas, de viñetas muy visuales, que lejos de aburrirte, como lo haría yo posiblemente en una de mis clases de Historia del Arte, llega a engancharte desde el principio a fin.

        “Historia del Arte en Cómic. Revoluciones” al igual que los cómics anteriores de la colección, cumple sobradamente su cometido de enseñar, demostrando una vez más lo útil que es la viñeta, el cómic, como herramienta didáctica para ampliar conocimientos, para emocionar.


        Es un cómic que despierta ese gusanillo por querer saber más, y en mi caso, que soy licenciado en Historia del Arte, aunque nunca he dado la asignatura, para recordar cosas y volverlas a disfrutar, con ese toque de humor que tiene toda la colección.

        En definitiva: Unos cómics para disfrutar. Por mucho que os cuente sobre este tomo, y los del resto de la colección, siempre me voy a quedar corto, y este es uno de esos casos en los que prefiero que los leáis por vuestra cuenta y que descubráis por vosotros mismos, lo que yo no soy capaz de explicar con palabras.

sábado, 8 de noviembre de 2025

Terrifier 2 (2022)

 

Como me he comprometido a ver las películas de la franquicia Terrifier, después de la primera película, la del 2019, no os lo vais a creer, pero vino otra de 2022, titulada “Terrifier 2”, que aprovechó el éxito de la primera, y que he podido ver estos días.

“Terrifier 2” me ha gustado, ya lo adelanto, por su rollo ochentero, que ya se palpaba en la primera película, y por comenzar, precisamente, donde lo dejó la primera película, con nuestro Art the Clown destripando a un forense random.


Al frente de esta película de terror/slasher, de dos horas y veinte minutos de duración (recordad que la primera película duraba una hora y veinte minutos), y que incluye una larga escena post-créditos (protagonizada por un Chris Jericho en horas bajas, y superado en kilos), viene nuevamente Damien Leone, que aquí tenía unos pocos miles de euros más, y que firmó, no solo la dirección, sino el guion, el montaje y los cafés con 250.000 dólares de presupuesto que lograron con una campaña de crowfunding. Pensaron sacar 50 mil, y sacaron 5 veces más. Era 2020, y el Covid paró el rodaje durante casi un año y medio.

La jugada le salió bien a Damien Leone, otra vez, a pesar del Covid, y consolidó la franquicia con 16 millones de dólares de recaudación a nivel mundial, convirtiendo a Art the Clown en un nuevo icono de culto en el mundillo de terror, y en esta ocasión, a diferencia de la primera película, sin tetas de por medio.


        ¿Qué nos vamos a encontrar, qué nos ofrece en esta ocasión, nuestro amigo Art en “Terrifier 2”?

        Estamos en la morgue de Miles County, donde lo habíamos dejado en el final de la primera parte, y nuestro payaso asesino, se quita de encima sin mucha dificultad al forense. Resucitado misteriosamente, parece ser que es inmortal, y en ese aspecto me ha recordado a Freddy Kruger.


        Es la noche de Halloween, y se acerca a una lavandería publica para lavar su ropa. Un payaso asesino debe estar presentable, y ahí hace aparición una entidad, en forma de niña, disfrazada igual que él, que va a ser un personaje recurrente a lo largo de toda la trama, pero de la que no vamos a saber nada más allá de su amor incondicional por Art, y por el trabajo que este realiza.

        Tras una serie de asesinatos, el objetivo de Art se centra en los hermanos Shaw. Ella, Sienna, es una friki de Dragones y Mazmorras, del dibujo y del diseño, y prepara un disfraz de Ángel combativo realizado por ella misma, que fue diseñado por su padre poco antes de que este se quitara de en medio. El nene, Jonathan, es un admirador de Art, y quiere disfrazarse de él, algo a lo que se niegan en redondo Sienna y la madre de ambos.


        Pronto, tras algunos asesinatos, Art acaba en la casa de los Shaw, donde fácilmente se deshace de la madre, iniciando una lucha épica contra los hermanos, que tampoco parecen rivales para él, y, de hecho, llega a acabar con Sienna, al cual consigue una vida extra mágicamente, y ataviada como Xena, La Princesa Guerrera, tiene una lucha final contra Art, al cual llega a decapitar con un gladius romano que porta como espada de su disfraz.

        Antes de que aparezcan los títulos de créditos, y mientras se aproxima la escena post-créditos, las dudas y preguntas te asaltan: ¿Quién carajo es la entidad payasal infantil que acompaña a Art?, ¿Por qué resucita Sienna, por qué es tan idiota su hermano, sus amigos…?

        ¿Es Art the Clown una entidad inmortal, imposible de eliminar? Y, por último, tras ver la escena post-créditos: ¿Por qué Vicky, la chica desfigurada de la primera parte, pare la cabeza viviente de Art?


        En definitiva: “Terrifier 2” se presenta como una entretenida continuación de la primera película, con el triple de gore muy bien rodados en planos fijos en la mayoría de las ocasiones, para que no te pierdas detalles. A mí me ha encantado, porque me ha dado una sensación muy ochentera, con muy poco ordenador y mucho trabajo artesanal de maquillaje detrás de cada una de las escenas.

        Tiene un metraje exagerado, al que yo quitaría 20 minutos, ya que hay escenas en las que literalmente no pasa nada, concretamente, todo el rollo sueños, sobra. Correcta en cuanto a interpretaciones, aunque yo le hubiera dado más juego al personaje de rol de Sienna, y supongo que pensaron en “Terrifier 2” como una película de transición a algo más. Dato que podré confirmar, o no, cuando vea la tercera entrega. De nota le voy a dar un 5,5. No es recomendable para estómagos delicados, pero a mí me ha gustado.

martes, 4 de noviembre de 2025

Frente de Leningrado (Cartem Cómics, 2025) Paco Asenjo

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A pesar de que “Frente de Leningrado” se publicó en junio de este 2025, me ha costado horrores hacerme con el cómic, y, de hecho, no lo he conseguido hasta hace unas pocas semanas.

Paco Asenjo, su autor, que se encarga tanto del dibujo como del guion, es un viejo conocido de estos lares, amigo al que le hemos dedicado algunas otras reseñas como las dos dedicadas a su obra “Infierno Azul”, que comparten con “Frente de Leningrado” la temática, como es la presencia y actuación de soldados españoles luchando en el Frente Oriental durante la Segunda Guerra Mundial, encuadrados en el ejército alemán.


Publicado por Cartem Cómics, en tapa dura, y con 132 páginas, este cómic, como los anteriores de nuestro autor, huye de ideologías que puedan provocar suspicacias en algunos lectores. Asenjo se centra en el rigor histórico a través de los testimonios recogidos por los últimos supervivientes del conflicto, narrando con una fidelidad extrema los hechos, que, además, se apoyan en fotografías de nuestros protagonistas, lo cual refuerza en mi opinión, la veracidad de lo narrado en el cómic…

Si en “Infierno Azul” se nos mostró la crudeza del invierno ruso, aquí el frío vuelve a ser uno de los protagonistas, en un episodio que yo desconocía completamente (a pesar de que muchas veces presumo, malamente, de saber mucho sobre la Segunda Guerra Mundial). Cómics como este me bajan al suelo, y me enseñan datos, hechos, que me ponen en mi sitio. Aun aprendo, afortunadamente.


En “Frente de Leningrado” nos trasladamos la defensa de los Altos de Sinyavino durante el invierno de 1942–43, concretamente diciembre y enero. En diciembre de 1942 la División Azul recibió la orden de abandonar el Frente del Vóljov para participar supuestamente en el asalto a la ciudad de Leningrado. Un asalto decisivo, prácticamente suicida, que se va a topar con la más cruda realidad como es la contraofensiva soviética compuesta por efectivos que los superan en número, en hombres, en artillería, y que va a suponer una resistencia a la desesperada por parte de los españoles que perderán al 95% de los efectivos, y cuya lucha, a falta de munición, se centrará en sus compases finales en cargas con bayoneta.

De los 550 hombres que conformaban el II Batallón 269, sobrevivieron 30. Completamente aislados en los Altos de Sinyavino, abandonados a su suerte por los alemanes; Los continuos ataques en masa de los soviéticos, la escasez de munición, el frío extremo con temperaturas de -45º grados y las bajas continuas, harán que solo ocho hombres defiendan la posición hasta su retirada a un puesto de socorro alemán después de casi dos meses de luchas diarias.


“Frente de Leningrado” es un cómic, que, a pesar de no ser una continuación de los dos tomos de “Infierno Azul” (2023), casi podría considerarse como la parte de un díptico que nos faltaba para completar el puzle. Tiene un enfoque documental y didáctico muy bueno, un dibujo muy reconocible, con un buen trazo, y un gran uso del color que refuerza esa visión del invierno crudo que me mezcla con los combates, la guerra.

En cuanto a la narración, Asenjo huye de las idealizaciones, te muestra los hechos tal y como se lo narraron los testigos, y no cae en subtramas ni cosas parecidas. No cae en sentimentalismos, no justifica (y hace muy bien), y el realismo se palpa, se siente.


En definitiva: Como gran fan de todo lo que esté relacionado con la Segunda Guerra Mundial, y del trabajo de Paco Asenjo, no lo voy a negar, “Frente de Leningrado” me ha parecido un cómic muy interesante y didáctico, en el que no vas a encontrar propagandas ni políticas de ningún tipo, solo Historia. Tiene un prólogo de Carlos Caballero Jurado que nos pone en antecedentes antes de la lectura, y la narrativa fluye con sus dosis de acción, la presentación de personajes, los hechos… Es un cómic para aquellos que disfruten de las narrativas de la Segunda Guerra Mundial, como es mi caso, que explora una temática a través del cómic, un tanto inhóspita aun, y que estoy convencido de que se puede explorar aún más. Y encima con una edición por parte de Cartem Cómics, muy buena, muy cuidada. En definitiva, pues… Muy recomendable.

domingo, 2 de noviembre de 2025

Terrifier (2016)


Llego a “Terrifier”, película estadounidense de terror/slasher de 2016, con casi diez años de retraso, lo sé, pero no me había llamado la atención hasta ahora la franquicia, y habéis sido unos pocos los que me habéis pedido que reaccionase a alguna de las películas que componen la saga de “Art the Clown”, que viene dirigida por Damien Leone, que igualmente fue guionista y coproductor de la película, y que, como suelo decir mucho en estos casos, estoy convencido de que repartía también los cafés por el set de rodaje. Curiosamente, uno de sus productores principales, Philip Falcone, también tiene una breve intervención en la película. Yo me lo guiso, yo me lo como.

Con un presupuesto escueto, que rondó entre los 35000-55000 dólares, según las fuentes que consultes, y con el actor David Howard Thornton haciendo de payaso mudo, inmortal y amante del gore, “Terrifier” no es una gran película dentro del género, pero os tengo que reconocer que yo la he disfrutado como un enano dentro de su cutrez y estilo ochentero, con efectos de a todo 100, gore de sierras y objetos punzantes, y tetas que no vienen al caso, pero que siempre suelen aparecer en este tipo de producciones…

Los tipos recaudaron 422 mil dólares, lo cual no está mal para lo que gastaron en el bazar de la esquina en disfraces y atrezzo.


Prácticamente, desde el minuto uno, “Terrifier” parece una película que hayan rodado unos colegas en un par de fines de semana. Este tipo de cine de terror hecho con cuatro duros, es mi debilidad, y a pesar de que repite hasta la saciedad elementos del género, y que es predecible como ella sola, este payaso me ha hecho pasar un buen rato, y ya os adelanto que tengo curiosidad por ver las siguientes entregas de la franquicia, que sé que ya es millonaria.

Pero, ¿Qué nos vamos a encontrar en la trama, en la narrativa de “Terrifier”? En un principio nos encontramos una entrevista en un televisor del año de la castaña a la única superviviente de un ataque protagonizado por el payaso Art que acabó hasta con el apuntador en Halloween. La tipa tiene la cara demacrada y la entrevistadora parece tomarse las cosas a cachondeo, algo que pagará caro.

Posteriormente, tenemos a dos amigas que regresan de fiesta y que coinciden con Art en una pizzeria. Una de ellas se cachondea de Art y se hace fotos con él.


Al salir de allí las chicas, Art comienza por quitarse de encima a los pizzeros, y posteriormente va a por las chicas, Tara y Dawn, que no tienen nada que hacer contra él. De hecho, Art va acabando con todo bicho viviente que se le cruza de las maneras más originales posibles, menos con un gato (que, por cierto, se merece un Oscar por su breve pero intensa interpretación. Scorsese se llama el gato). Los efectos cutres que anteriormente comentada se hacen muy presentes en estas escenas de maquillaje gore, sangre del bazar de la esquina y escenarios con poca luz.

El propio Art parece quitarse de en medio cuando es rodeado por la policía y se vuela la tarra, aunque lo veremos despertarse en la morgue y acabar fácilmente con el tipo que le iba a hacer la autopsia…


Poco original, pero efectiva narrativa con un metraje justo de una hora y veinte, que como tarjeta de presentación puede convencerte, aunque Art the Clown en realidad tenía dos cortos propios, dirigidos por Damien Leone, titulados “El Noveno Círculo” (2008) y “Terrifier” (2011), por lo que el andamiaje ya lo traía de atrás en el tema de presentar a un nuevo icono pop de terror.

El guion se pierde por momentos (en ocasiones es inevitable el corta y pega), las actuaciones rozan lo teatral y tengo que reconocer que he soltado alguna carcajada, pero las escenas están bien rodadas en su conjunto.


En definitiva: Primer contacto que tengo con la saga, y todo lo que os he dicho anteriormente se puede resumir en que me he entretenido. Me gusta su metraje, la estética del payaso y ahora tengo curiosidad por ver la segunda parte del payaso torturador. Cinematográficamente es bastante cagada, pero ese rollo de slasher ochentero me mola, y estas son las películas que acaban siendo de culto con los años. No preguntéis por qué, pero es así.

Payasos, gore, sierras y tetas. Con estas cuatro palabras se puede resumir. De nota le voy a dar un 5 raspadete, y a por la segunda en los próximos días.

sábado, 1 de noviembre de 2025

Hell Hole (2024)

 

      De vez en cuando, sin comerlo ni beberlo, llego hasta una de esas películas de bajo presupuesto, como “Hell Hole”, y a pesar de sus palpables limitaciones, resulta que llego a disfrutar.

        Entre este tipo de película, el género de terror suele destacar con criaturas raras, argumentos que rozan lo absurdo e intervenciones, y diálogos, que no llegan a ninguna parte.

        “Hell Hole” tiene un metraje de casi una hora y media, donde la verborrea sin demasiado sentido ocupa un poco más de una hora de su narrativa, y la monstruosa criatura parasitaria a la que se enfrentan nuestros protagonistas, aparece poco y regular en un vano intento de usar una CGI más o menos decente, que se queda en eso… Un intento.


        En esta ocasión no vas a dar botes en el sofá por culpa del estruendo de un violín, o por una subida de decibelios espontánea, o por un terror que se esconde en la oscuridad de la noche. No. Nuestra criatura es un pulpo atávico, terrestre y ciclope, que se te mete como el virus de la gripe en el cuerpo, y solo se va para pillar otro cuerpo, dejando el anterior hecho un guiñapo, y el paracetamol no vale.

        La película viene dirigida por un colectivo familiar llamada “Adams Family”, formada por John Adams y Toby Poser, que además forman parte del reparto, llevan el tema de la producción, localización de exteriores y escenarios, y ponen los cafés en el set de rodaje, y que se han especializado en el cine independiente de terror y de escaso presupuesto, aunque en esta se han gastado un millón de dólares, siendo “Hell Hole” su tercera apuesta cinematográfica, tras “The Deeper You Dig” (2019), “Hellbender” (2021) y “Where the Devil Roams” (2023). A ambos, le acompañan sus dos hijas, una de ellas, Lulú Adams, se presenta en los créditos como guionista.


        Rodada en Serbia, “Hell Hole” nos lleva en su prólogo hasta un bosque serbio. El año es 1814, y se centra en unos soldados napoleónicos perdidos por Serbia. De hecho, debían estar bien perdidos por varios miles de kilómetros, porque Napoleón nunca tuvo tropas en Serbia, y desde luego, el uniforme que visten no es para de la época, pero nos da igual. Es referir, no criticar.

Están perdidos en medio de la nada, están cansados, y se encuentran con una buena señora que les regala un caballo que porta un extraño ser en su interior, que hace explotar al caballo y salta de hombre en hombre. Al parecer, el ser no invade cuerpos femeninos, solo masculinos, por lo que, si nuestros protagonistas le hubieran dicho al bicho que se autopercibían como mujeres, el bicho no hubiera podido hacer nada y la película hubiera concluido a los cinco minutos de rodaje.


El caso es que uno de estos soldados gabachos queda atrapado en el hielo, o en una vaina rara, no se nos explica cómo ni por qué, y a un metro de profundidad, con el bicho en su interior.

Estamos en 2024, y un equipo de fracking está en esa remota aérea de Serbia haciendo un trabajito cuando descubren dicha vaina, con el soldado francés dentro y su parasito ancestral, que más pronto que tarde comienza a saltar de hombre en hombre, acabando poco a poco con todo el equipo masculino de excavación de la manera más gore posible.

Y, de manera paralela, somos testigos de interminables charlas entre unos y otros, con unos efectos un tanto cutres en forma de tentáculos y unas armas de atrezzo del copón, poco curradas.


        En definitiva: “Hell Hole” es deudora de la mítica “la Cosa” (1982), aunque no le llega a los tobillos. La narrativa se mueve en continuos altibajos, con toques teatrales en ocasiones, y con un humor que se podría haber explotado más, y mejor, nunca mejor dicho.

Tiene elementos interesantes: El tema de despertar a un ser ancestral, atávico, dormido, o que inverna, y que despiertan por error de ese “Hoyo Infernal” desatando el caos, el horror, el terror… El propio ser, parasitario, como un Alien clásico, nos lleva al “Body Horror”, al gore más pastelero, de mermeladas. Otro punto es que está rodada en inglés, con algunas palabrejas en francés…

A mi me ha entretenido, no os lo voy a negar. No es para tirar cohetes en la plaza del pueblo, pero me habrá pillado con el día tonto, y le voy a cascar un 5 de nota.

jueves, 30 de octubre de 2025

Mi amigo Kim Jong Un (Reservoir Books, 2025) Keum Suk Gendry Kim

 
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         A pesar de que Keum Suk Gendry-Kim es una reconocida autora surcoreana de cómics, esta es la primera vez que me leo algo de ella. Y no es un hecho del que me sienta especialmente orgulloso, para nada, porque siempre he tenido la tentación de comprar y leer otras obras suyas, como “Hierba” y “La espera”, y si tenía alguna duda sobre si leer su obra o no, con “Mi Amigo Kim Jong-Un”, publicado por Reservoir Books este difunto octubre de 2025, ya se me despejaron. Ahora me siento hasta mal, porque debería haberme leído sus obras anteriores, aunque lo arreglaré en los próximos meses.

        “Mi Amigo Kim Jong-Un” es un cómic de tapa dura, de 288 páginas, que me ha sorprendido en varios sentidos. Mi primer pensamiento fue que me iba a enfrentar a un cómic biográfico típico del género, centrado en el personaje y poco más, pero lo que me he encontrado ha sido un viaje, un poco puzle, a través de las experiencias de la propia autora, entrevistas y relatos, que se tejen con un hilo fino con los paisajes coreanos, la historia del país de los últimos ochenta años, y todo con un barniz documental que logra engancharte, que es lo más importante…


        Antes os he comentado que me ha parecido un poco puzle, y quizás esa sea la palabra para describir un cómic que tiene muchas piezas, que parecen en muchos casos inconexas, pero que la autora logra encajar perfectamente, y te das cuenta según avanzas en la lectura.

        Quizás esa sea la mejor manera de entender el todo, pequeñas piezas, ahora de la vida de Kim Jong-Un, su historia y la historia de Corea del Norte, ahora de la propia Keum Suk Gendry-Kim, su vida personal, su día a día en una isla cercana y fronteriza, la isla de Ganghwa, donde la actividad militar está en pleno auge.


        De esa actividad militar, surge nuestro relato en torno a Kim Jong-Un: Sus estudios en el extranjero, concretamente en Suiza, entrevistas con personas que lo conocieron de primera mano, su relación con su padre y con el resto de la familia, sus purgas que se llevaron por delante a la mitad de la familia, y sus periodos de tensión con el vecino del sur, igual que sus momentos de paz y cordialidad, y para ir cosiendo y enlazando, aparte de las experiencias de la propia autora, tenemos el paisaje coreano, y el drama de una nación ya dividida en dos, quizás para siempre.

        En el cómic se habla también mucho de la reunificación, pero igualmente se nos muestra lo diferentes que son los norcoreanos y los surcoreanos en prácticamente todo. Hay periodismo documental, con una veintena de referencias bibliográficas al final del tomo, aunque muchas no están disponibles en español. Hay mucha crítica social, política, que se remarca en los pensamientos de la autora, en las entrevistas cara a cara, y hay mucho bagaje emocional, que se ve en viñetas con un estilo que se mueve entre los grandes rostros de los personajes, a composiciones sencillas, no enmarcadas en viñetas, pero si en grandes fondos de colores, en composiciones en blanco y negro y en páginas donde el protagonismo es el silencio, el paisaje coreano (la frontera, las vallas de separación), la reflexión.


        Desde luego, no es una biografía al uso, pero eso no es óbice para disfrutar de otros enfoques que no suelen estar presentes en cómics biográficos. Procura huir de los estereotipos que tenemos del ciudadano norcoreano, pero fácilmente e inevitablemente, cae en la contradicción.

El norcoreano es un humano cualquiera, igual que el surcoreano, con sus virtudes y sus defectos.

Es afable, amable, hospitalario, pero también llora junto al Amado Líder, y no ve más allá del régimen en la mayoría de los casos, aunque son miles los que huyen a Corea del Sur, la mayoría de las veces, a través de la frontera china. Busca empatía, puntos de encuentro y desencuentro, aunque he echado de menos un poco más de contexto histórico en cuanto a la división de las dos Coreas. Da por hecho que el lector conoce todo, o gran parte de esos hechos, de ese contexto, y ahí alguno se puede perder.


En definitiva: “Mi Amigo Kim Jong-Un” no es una biografía al uso por lo anteriormente comentado, pero el conjunto de los diferentes elementos que componen el cómic, me ha parecido interesante. A pesar del tocho, es un cómic que te ventilas en 20-25 minutos. Es íntimo, creo que es sincero, y al no quedarse solo en la figura del dictador norcoreano, sino intentar ir un poco más allá, creo que es bastante completo dentro del enfoque que ofrece. Para mí, es muy recomendable. Me tendré que leer las anteriores obras de la autora.