viernes, 22 de noviembre de 2024

Marmalade (2023)

 

         Después de ver “Marmalade”, producción británica de 2023, no he podido evitar recordar una película de 1995 que en su día vi mil quinientas veces, “Sospechosos habituales”, que, salvando las debidas distancias, guarda bastante similitud en aquello de que las apariencias engañan, y quien crees que es, después resulta que no es, y hay giros que ves venir, y otros finales, como que no te esperabas…

            Con una hora y treinta y cinco minutos de metraje, “Marmalade” es una extraña mezcla de película de humor, drama, romántica, con tintes del cine pulp que estuvo tan en boga hace treinta años, pero con ⅔ menos de tiros y palabrotas y un trasfondo de cine de atracos a bancos, a lo “Bonnie and Clyde”, y con un Joe Keery que demuestra con este papel protagonista, que “Stranger Things” ya se quedó atrás y que hay que ir haciendo otras cosas, dejando por cierto, una reseñable actuación…


         “Marmalade” viene de la mano del actor australiano/estadounidense Keir O´Donnell, que yo más que nada recuerdo por la película “El amanecer del Planeta de los Simios” y la serie “Hijos de la Anarquía”, y que ha cambiado el lado de la cámara y debuta como director, guionista, y posiblemente chico de los cafés, en una película que se estrenó en febrero de 2024, tanto en plataformas como en cine, y que yo recuerde no superó los 14.000 dólares de recaudación, por lo que sospecho, tuvo pérdidas en su estreno… Sospecho.

          En la narrativa tenemos a Baron, un joven aparentemente alelado y embobado, enamoradizo, que ha acabado en la cárcel tras atracar un banco en compañía de su atractiva y provocadora novia, “Marmalade”, una chica con un pasado triste y oscuro que se ha quedado con los 250 mil dólares del atraco y a la que la policía no ha conseguido atrapar.


         Baron, ya ubicado en su reducida celda, comienza a narrarle en plan “Forrest Gump” a su compañero de celda, Otis, todo lo que ha pasado hasta llegar allí. Como trabajaba de repartidor, como cuidaba a su madre enferma terminal, y como conoció a Marmalade en un parque, y rápidamente se enamoró de ella por su físico, y por su carácter demoledor de “Mujer Fatal”.

          “Marmalade”, que está como una cabra en bicicleta, pronto urde un plan para atracar un Banco, algo a lo que accede el enamorado Baron, que es en teoría un Pagafantas de muchísimo cuidado, prácticamente de Nivel Paladín, y tras el atraco es el propio Baron quien queda detenido.


           Otis, que en realidad es un agente del FBI infiltrado, va tomando nota de todo, y se presenta desde el principio como un experto en fugas, con la intención de ofrecerle un supuesto trato a Baron. Él le ayuda a escapar con su chica, que es su única obsesión, y a cambio, Baron le da el dinero integro a Otis.

          Una vez que accede al plan, Otis descubrirá que a pesar de haber pensado todo el tiempo que estaba tratando con un auténtico idiota, el chico resulta que es el mismísimo “Lupin III”, Maestro del Engaño y del Escapismo, dejando a Otis, y al resto del FBI a la altura del betún.


          En definitiva: Película simpática, sospecho que de Bajo Presupuesto, que recurre a tópicos y estereotipos de varios géneros cinematográficos, sobre todo en el papel de la chica, que más típica y tópica no puede ser. A ratos me ha parecido que intentaba imitar a las películas de Tarantino de hace treinta años, pero de una manera más torpe, o quizás como un guiño más que nada a aquel tipo de cine y de personajes.

           Aun con todo, tiene una primera parte bastante amena, pero en el ecuador de la misma parece haberse quedado parada, sin ritmo y sin continuidad. Que todo enlace tan bien como en una historia de “Lupin” en los últimos quince minutos solo hace ver que tampoco le puedes pedir más.

           A mi me ha hecho pasar un rato entretenido, pero es verdad que le quitaría unos quince minutos de metraje, alrededor de ese comentado ecuador fílmico, y ganaría en ritmo. De nota le doy su riguroso 5 y la dejo a vuestra entera elección. Lo dejo por aquí, ya me comentaréis.

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