miércoles, 8 de mayo de 2024

Cazafantasmas: Imperio Helado (2024)

 

         Cuando “Cazafantasmas: El Imperio Helado” (2024) se estrenó en cine hace un mes y medio, la verdad sea dicha, no salté del sofá para ir a verla. Hace un par de años vi “Más allá”, la primera parte de esta nueva franquicia, que por cierto, tenéis comentada por el blog, pero salvo algunas cosas muy concretas que comenté en aquella entrada, no fue una película memorable, y de hecho, yo os comentaba en aquella ocasión que la olvidaría más pronto que tarde.

         Quizás sea la nostalgia de los que vivimos a tope aquellas primeras películas de “Cazafantasmas” de los Ochenta, con villanos como Gozer el Gozeriano: ¿Eres tú un dios?, que preguntaría con su acento acadio, si es que existe tal cosa… O Vigo, el Azote de los Cárpatos, o quizás sea que en aquellas películas el peso de la trama lo llevaban adultos y no menores de edad resolutivos que parecen tener la clave para resolver, para llevar la historia a un buen término, y a pesar de que tú eras un crío, te gustaba ver como aquellos adultos tontorrones, fanfarrones y poco creíbles, con un insoportable Bill Murray a la cabeza, llevaban a buen término una historia mientras soltaban palabrejas y daban clases magistrales de auténticas absurdeces que sentaban cátedra, sin la ñoñería, el colorido y las políticas en boga que tanto se llevan en los últimos años, las que hacen que siga prefiriendo a aquellas viejas cintas de fantasmas, por encima de estas otras, que, ojo, puedan tener su aquel…


         ¿O tal vez sea la presencia del cargante Paul Rudd? Que no lo soporto ni como Hombre-Hormiga marveliano y que me resulta tan poco convicente en prácticamente todo lo que hace, no lo sé…

         El caso es que “Imperio Helado”, ha salido en alquiler en varias plataformas, como en Amazon, y me he decidido verla para constatar que mis temores no iban muy descaminados.


         En la narrativa tenemos a los descendientes de Egon Splenger, que siguen su legado como Cazafantasmas neoyorquinos, tras dar carpetazo a su experiencia anterior por la América Profunda en Oklahoma. Pronto, una nueva amenaza les obligará a enfrentarse a un nuevo Jefe fantasmal más fuerte de lo habitual, otro espíritu de hace 5000 años, milenio arriba, milenio abajo, que regresa y despierta en la Ciudad de Nueva York para tomarse venganza de su encierro helando la ciudad y adelantando el cambio Climático con ello.

       Los nuevos Cazafantasmas, entre los que destacan algunos secundarios fácilmente olvidables y prescindibles, como Lucky o Podcast que parecen escapados de alguna serie de Nickelodeon, tendrán la ayuda de la Vieja Guardia, o de gran parte de ellos, ya que en esta ocasión no disfrutamos de la presencia de Sigourney Weaver, y así veremos desfilar, con cierta vergüenza ajena por mi parte, a Ray Stantz, Peter Venkman, el ahora millonario y filántropo Winston Zeddemore o a la secretaria Janine Meltnitz, que asoma la cabeza para soltar alguna frase suelta.


        Además, se les suma un nuevo personaje, Nadeem, que es capaz de controlar el fuego, algo que les vendrá muy bien a la hora de enfrentarse al nuevo y poderoso fantasma, y que parece escapado de “Mortal Kombat” o algún videojuego por el estilo, y que abre el abanico en cuanto a personajes, igualmente prescindibles, en todo caso…

       Con una hora y cuarenta y cinco minutos de duración, donde no ocurre prácticamente nada durante una hora, “Cazafantasmas: Imperio Helado” tiene un par de guiños a los fans de las primeras películas, como la presencia de Slimer, el fantasma glotón y babosete, o el fantasma de la bibliotecaria que asusta a Ray Stantz… Abre una puerta en una de su subtramas al posible amor/amistad entre fantasmas y humanos en los personajes de Phoebe y Melody y tiene un desarrollo previsible, sin giros argumentales a destacar. Le sobra metraje, sin duda.


       En definitiva: Es una película que gustará a los más jóvenes de la casa, supongo, a vendedores de hielo y adoradores de divinidades acadias y sumerias. Pero no le hará mucha gracia a los más sibaritas de la franquicia, y a fans de las bicicletas… Por cierto, tenéis una escena post-créditos, por si os interesa.

         Personalmente, como seguidor de las antiguas películas, le daría un 4 de nota, pero por otro lado, reconozco no haberlo pasado tan mal, o es que aún me rascan los euros dedicados al alquiler y le daría un 5… Es decir, de media, un 4,5. Echadle un vistazo, y me decís que os pareció a vosotros.

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