jueves, 9 de mayo de 2024

Sin Edulcorar (2024)

 

      “Sin Edulcorar” (2024) es el ejemplo perfecto para demostrar lo que siempre os digo, que cuando me escuchéis o leáis hablar de cine, simplemente no me hagáis mucho caso, porque yo no tengo ni idea de cine, y mis opiniones no suelen coincidir con las críticas y reseñas profesionales, que si que saben de lo que hablan.

       Y es que estamos ante una comedia absurda, película mala, pero que a mi me ha divertido bastante en sus hora y media de metraje, con la aparición estelar de al menos media docena de actores que están en horas bajas, o que directamente pensaba que ya no estaban en nuestro plano astral, como Hugh Grant o Christian Slater, por citar alguno, y otros más en boga, como Peter Dinklage… Y que además supone el estreno como director del comediante Jerry Seinfeld, un tipo que era bastante divertido hace cuarenta años, interpretándose a sí mismo en una sitcom que duró varios años y que se fue al traste en el 98… Y del que no volví a saber nada más de él, hasta hoy, y que por lo que veo, sigue haciendo de sí mismo, que es lo que mejor se le da hacer.


       En la narrativa seguimos el disparatado pique que se traen entre las dos compañías de cereales más importantes de Estados Unidos: Kellogg´s y Post. A Kellogg´s si los conozco porque me tomé algún que otro tazón de unos cereales de su marca, con una rana con gorra en el cartón, cuyo nombre no recuerdo. Y también creo que probé los de los tres duendes, que además salen en la película, los del gallo verde y rojo y los de un chimpancé, que creo que eran de chocolate... Creo que hace 40 años que no los pruebo.

      De Post no había oído hablar en mi vida, y pensé que era una marca ficticia para poner a un malo en la película, ya que los de Kellogg´s son los protagonistas, pero me dio por buscarlos en internet, y existen, aunque no recuerdo haber visto sus productos en España.


          Ambas compañías se espían, se hacen la vida imposible, y en el caso de Kellogg´s contratan a toda una serie de técnicos chiflados, entre los que destaca un ordenador IBM de los años sesenta del tamaño de la Catedral de Badajoz, para intentar encontrar el producto que los llevará al estrellato, que no es ni más ni menos que el Pop-Tarts, que es una especie de tortita rectangular de cereal, relleno de mermelada de frutas, y que tampoco recuerdo haber visto en ningún estante de supermercado en España.

        La película desde el principio parece un dibujo animado de la Warner. Un humor absurdo que yo disfruto mucho, pero que entiendo que haya gente que no pille muchos de los guiños que se hacen, ya que prácticamente lanzan chistes y situaciones como una ametralladora, y no todos son buenos, ni la mitad de buenos siquiera, pero los que si lo son han conseguido mantenerme en el sillón viéndola de principio a fin. Personalmente he disfrutado mucho de una escena donde las mascotas de Kellogg´s se revelan contra la compañía y la asaltan al más puro estilo “Asalto al Capitolio”, y donde es curioso ver mascotas que ya no existen desde hace décadas, al igual que en la película de “Barbie”, donde veíamos muñecos desaparecidos de Mattel, lo que hizo las delicias de sibaritas y coleccionistas de la marca.


      Creo que es una película sin más expectativas que esas, un biopic donde se ríen de la marca, mientras cuentan alguna media verdad y le echan mucho surrealismo al asunto, mezclando la crisis de los misiles de Cuba de Kennedy, un delirante Kruschev, un desatado Andy Warhol y referencias por el estilo…

        En resumidas cuentas: A mi me ha gustado, incluyendo los moviditos créditos finales. Es mala película, lo sé. Pero este humor absurdo, y encima con ciertas referencias históricas, me gana y me engancha. Así que, por ello, le doy un 5 de nota, y espero que no seáis muy malos conmigo en los comentarios… Echadle un vistazo.

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