“La España Extraña” (Planeta, 1997, 2015, 2021) es el segundo libro que me leo de Javier Sierra y el primero de Jesús Callejo. Viejos conocidos de programas relacionados con la temática paranormal y amigos del misterio, tras leerme “Roswell Secreto de Estado” hace relativamente poco, decidí seguir la estela de Javier Sierra y sus interesantes investigaciones, y de la Biblioteca que tiene publicada con Planeta, que es una docena de libros, el que más me ha llamado la atención, tanto como para comprarlo (a un precio muy bueno) y leerlo, ha sido este, en formato bolsillo, y con casi 400 páginas (concretamente 394).
“La
España Extraña” está dividida en una serie de capítulos, cinco concretamente,
bajo los títulos: Vírgenes, Luces, Reliquias, Vuelos y Entidades, y ya desde
las primeras páginas te das cuenta que estás ante un libro con una importante
labor de documentación, muchas veces in situ, al pie del cañón, de primera mano
cada vez que se ha podido. Además, aunque la primera edición es de 1997, se
nota que ha sido revisada en 2015 y 2021 a través de nuevas informaciones, otras
corregidas y ampliadas, lo cual es de agradecer. No es un libro que se editara
y se dejara a su libre albedrio.
Tiene
pocas fotografías, que es algo que siempre entretiene al lector y despierta su
curiosidad y si imaginario, pero lo compensa sobradamente con unos “extras” contundentes,
basados en apéndices finales, mapas, una extensa e imposible de conseguir y
leer bibliografía, además de un índice onomástico y otro geográfico.
Entretenido,
ameno e interesante, por los menos para los que disfrutamos con estos temas aún
hoy en día, es un libro curioso que me ha gustado mucho y que no me ha
defraudado. Tiene un punto didáctico, desde el punto de vista histórico, o
incluso folclórico (de tradiciones de pueblos y leyendas) que lo rematan como
una lectura a tener en cuenta.
P.D.
Como extremeño, no puedo dejar la oportunidad de comentar que Talavera la Real
y Valverde de Leganés no están “a pocos kilómetros”. Les separan 36 km
exactamente, pero mal conectadas por unas carreteras casi infames, al viajero
habitual se le hacen incluso más, y yo he llegado a tardar la hora justa en
hacer el trayecto entre las dos poblaciones.
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