Me
leí “En
Defensa de España. Desmontando mitos y leyendas negras” de Stanley G.
Payne, hace un par de años. Por cosas de tener cerca de cuatro mil libros (y
unos seis mil quinientos cómics), y la casa por barrer, el anterior ejemplar o
lo he perdido, o está desaparecido en combate en algún préstamo que le hiciera
a alguien.
El
caso es que me lo he vuelto a adjudicar, y me lo he vuelto a releer en esta
última semana y media. A pesar de que el libro es de 2017, algunas de las cosas
de las que habla, y empezaré por el final, siguen siendo de rabiosa actualidad.
Quiero, y deseo ser muy breve: Coincido con Payne en el uso político de la
Historia, que ya está tan manipulada por unos y otros, que llegado el caso
nadie se sorprende de que Netflix haga (no demos ideas) una serie de los Reyes
Católicos con la mitad de los actores de origen asiático, saltándose por el
forro el rigor histórico que merecería dicha serie.
En
cuanto a la Leyenda Negra y los Mitos que nos acompañan desde hace quinientos
años, me ha parecido pocos los desmontados, quedándose en el tintero La
Inquisición y casi todo lo que hay desde la etapa romana hasta la Segunda
República, defraudándome, ya como lo hiciera en mi primera lectura.
Aquí coincido. En muchas publicaciones me he encontrado que se comparan las colonias británicas y españolas, diciendo que eran tal para cual. Yo creo que las diferencias eran abismales en todos los aspectos.
Inciso: Tengo que decir que hasta que no me he acabado el libro esta segunda vez, no he leído lo que escribí hace dos años en mi reseña, para que no me afectara a la hora de volverlo a abordar. Y que, una vez leído, coincido en casi todo lo escrito en aquella ocasión.
Payne
se maneja como pez en el agua en lo que son los últimos ochenta-noventa años de
la Historia de este país. Tiene reflexiones interesantes, que he llegado a
subrayar con lápiz en los márgenes. No soy de los que hacen estas cosas, pero
en esta ocasión lo he hecho para ver si estas ideas han evolucionado cuando me
lo lea por tercera vez en unos años (si lo hago, claro está). Y me gusta como
aborda el Franquismo, y más la Transición, donde califica como errores La Ley
Electoral y la España de las Comunidades Autónomas.
No
es un libro que realmente cumpla con lo prometido en su título. Es más bien una
reflexión en 13 capítulos y casi trescientas páginas, con extensa bibliografía (hay que decirlo) y referencias, del propio
Payne y su manera de ver las cosas. Aun así, a mí me ha hecho pensar, apuntar,
buscar y vuelvo a recomendarlo. Siempre es bueno tener puntos de vista que te
ayuden a ver las cosas desde diferentes ángulos.
P.D: El libro da para comentar muchas más cosas, muchísimas más. Pero mi intención es que te lo leas y que saques tus propias conclusiones, alejándome de esos espacios que ocupan más que el propio libro en la disección del mismo.
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