jueves, 6 de febrero de 2020

Modigliani. Príncipe de la bohemia (Norma, 2016) Fabrice Le Henanff, Laurent Seksik



        Modigliani (1884-1920) es uno de esos increíbles artistas, que, por su peculiar arte, o por lo trágico de su vida, nos gusta recordar y volver a él. Estos días, me he comprado un pequeño álbum biográfico, un cómic, que he devorado con avidez: “Modigliani. Príncipe de la bohemia” (Norma, 2016) de Fabrice Le Henanff (guion) y Laurent Seksik (dibujo).

        El dibujo de Seksik no es de mi completo agrado, porque me parece muy frío, muy estático, pero no por ello el cómic deja de ser bueno e interesante. Modigliani, “Dedo”, nos va enseñando sus miserias, con el alcohol, el fracaso de sus cuadros que no venden nada (la exposición en la galería Berthe Weill fue un sonoro castañazo en todos los sentidos, fue retirada por indecorosa). Su relación no siempre amistosa con otros pintores, como Picasso, y su interés por alistarse en la Primera Guerra Mundial, donde ve caer a muchos amigos y compañeros en el frente.

        Sus desnudos de ojos almendrados, de pequeñas bocas, narices torcidas, no son comprendidos ni admirados. El éxito no llega, por mucho que su marchante, el polaco Zborowski se lo prometa. Él está cansado, enfermo de tuberculosis y su única ilusión es que Jeanne Hébuterne, su pareja, espera un bebé. Viaja al sur, a Niza, a recuperarse de su precaria salud, se entrevista con Renoir, y la guerra, y la vida, llegan a su fin. Tanto para Jeanne, como para él.

        Un artista maldito. El dibujo, como os comento, no me ha llegado a gustar mucho, pero no por ello he dejado de disfrutar de este cómic, y si os gusta Modigliani, es una buena oportunidad para conocerlo un poco mejor.

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