lunes, 4 de septiembre de 2017

Un italiano en Noruega (2016)

        Lo reconozco. No me cuesta reconocerlo. Con “Un italiano en Noruega” (2016) ha habido momentos en los que me he reído a carcajadas. No sé si es por la cantidad de situaciones absurdas, pero verídicas, que presenta, o porque aunque no sea italiano, como español me he visto identificado con muchas de las cosas que salen en la cinta, con muchos de sus gags delirantes, y con su humor fácil y sencillo, pero con un toque de inteligencia y autocrítica, (tipo Roberto Benigni en sus mejores momentos).


        Checco Zalone es un funcionario. Un funcionario metido a dedo en el corrupto sistema italiano. No hace nada, absolutamente nada en todo el día, y encima se queja. Es un egoísta y un corrupto de mucho cuidado. Un día, el Ministro de turno envía una circular, por la cual darán de baja a un tipo de funcionario cuyas características coinciden con las de Checco (se trata de eliminar las provincias y el alto número de funcionarios existentes en ellas). Y él hará todo lo posible, para evitar perder su puesto fijo, incluyendo irse a una base en el ártico noruego…



        Divertida a rabiar, crítica, es una sabia parodia del cliché típico del funcionario, muy extrapolable a España en muchos de los sentidos. Para reírse un buen rato.

2 comentarios:

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