Debo
reconocer que cuando hablo de Tim Burton, de su cine, no soy imparcial. Es un
tipo de cine que me gusta, de siempre, me gusta su estética, su manera de
contar historias y como transmite cosas.
Hay gente que me dice que es muy repetitivo en
sus planteamientos. No lo sé, pudiera ser, pero yo sigo viéndolo muy original y
refrescante. Tendrá sus fallos, claro está (en las dos partes de “Alicia” y en “Sombras
Tenebrosas” le cayó de todo), y algunas de sus películas pueden parecer
demasiado raras para ser entendidas o narradas, pero lo sigo considerando un
buen director.
El
caso que hoy os traigo es “El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares”
(2016). Una película que ha doblado en beneficios lo que costó, y basada en un
libro que reconozco no haber leído. He de reconocer que viéndola, he llegado a
pensar, esta es la versión “X-Men” de Tim Burton. Es decir, como rodaría Tim
Burton la famosa academia de mutantes dirigida por el profesor Charles Xavier,
pero dentro de una estética gótica-steampunk.
No
es en lo único que me ha recordado a una película. Hay escenas que me han
recordado a “La princesa prometida” (el abuelo cuenta cuentos), “Titanic”
(tenemos barco sumergido en la película) y a “Big Fish” ligeramente, en la
relación padre-hijo, “Jasón y los argonautas” (mítica batalla de esqueletos
guerreros), ligeramente a “El laberinto del fauno” (salen unos tipos sin ojos y
con una buena ristra de colmillos), y alguna más que se me escapa…
Pero,
¿De qué va la película? Cierto, no lo he comentado hasta el quinto párrafo: Jacob
es un joven reponedor de Florida, tiene dieciséis años. Llega a casa justo a
tiempo para ver como su abuelo es asesinado. Su abuelo, un tipo muy especial
que le contaba historias sobre Niños Extraordinarios o peculiares, es el que le
da la pista para encontrar a Miss Peregrine y poder resolver el misterio que se
cernía sobre él. Viajará hasta Gales, para conocer a Mis Peregrine y a los
niños, atrapados en un bucle temporal (si, como “Atrapado en el tiempo” pero
sin marmota), y con la ayuda de ellos, tendrá que luchar contra los malvados
peculiares liderados por un tal Barton, que es Samuel L.Jackson, obsesionados
por comerse los ojos del personal como el que come olivas.
En
mi opinión es una película entretenida. No es de las mejores de Burton, sin
duda alguna, pero se deja ver.
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