“Warfare: Tiempo de Guerra”, película bélica estadounidense de 2025,
basada en hechos reales vividos y sufridos por su co-director, Ray Mendoza y a
Alex Garland, del que hemos comentado algunos trabajos suyos cinematográficos,
como “ExMachina” (someramente hace unos años por el blog) y “Civil War”, el
pasado verano…
La película comienza con muy buena onda, con Navy
Seals disfrutando del videoclip “Call on me” de Eric Prydz, que lo petó en 2004
y que yo aún oigo de vez en cuando en el coche. Es algo que me ha sorprendido
en sus primeros minutos, por inesperado, más que otra cosa.
Después, llega el baile,
que dura una hora y veinticinco minutos, un metraje correctísimo, y una
historia que he disfrutado una auténtica barbaridad, por su realismo, por su
enfoque y por ser desde luego, directa y tensa como ella misma.
La narrativa nos va a
llevar a vivir casi en tiempo real el infierno de una hora y media que sufrió
un equipo de Navy Seals en 2006, en la ciudad iraquí de Ramadi, donde una
emboscada los llevará a pasarlas realmente canutas, y donde sabes que aquí de
ficción hay poco…
La verdad es que la
película se podría decir que tiene hasta algo de documental. Tenemos, como os
digo, a un equipo de Navy Seals que toma posiciones en una casa de un barrio
residencial, de casas bajas, de dos plantas con terraza superior, en la ciudad
iraquí de Ramadi. Es noviembre de 2006.
Entran de noche y haciendo
bastante ruido, ya que tienen que tirar un tabique para acceder a la planta
superior. Una vez allí inician una misión de vigilancia con el oficial Eric al
mando (Will Poulter). Ray Mendoza se presenta como comunicador táctico, y el
francotirador Elliot Miller toma posiciones para vigilar una calle que parece
seguir su rutina diaria, pero que guarda sorpresas.
La primera media hora es
tensión, son miradas, comunicaciones, silencios no parece que vaya a ocurrir
realmente nada importante más allá de la rutina propia de este tipo de
misiones. Se nota el buen rollo entre ellos, y les acompañan dos soldados
iraquíes que hacen labores de vigilancia en la planta baja, y que parecen los
únicos plenamente conscientes de la situación que se les viene encima, y los
que más temor demuestran.
La paz y la tranquilidad
que se veía en las calles se ve interrumpida cuando un megáfono llama a la
yihad y de repente hay insurgentes por todos lados. Les tiran una granada
dentro de donde está el francotirador, que queda bastante mal herido. El
enemigo es prácticamente invisible y se mueven como gremlins por los tejados,
terrazas, esquinas, disparando muy cerca de ellos, cercándolos, y la respuesta
es inmediata.
Necesitan ayuda exterior,
pero los refuerzos también son atacados cuando intentan salir, y sin saber yo
absolutamente nada de estrategia militar ni de como actuar ante este tipo de
situaciones, he llegado a pensar: Estos tipos están vendidos, porque comienzan
a tener bajas, un nuevo equipo llega hasta ellos y prácticamente también son
cercados, dos Bradleys de refuerzo y siguen con el agua al cuello, apoyo aéreo
que no arrasa la zona circundante y que solo da pasadas para darles cobertura…
Pero, ojo, que como digo,
yo no tengo ni idea, pero es verdad que la tensión va en aumento en aquella
casa que se convierte en una ratonera, y donde llegas a sentir los pitidos y
los silencios detrás de cada explosión.
Al final, la evacuación se
produce, aunque la paliza se la han llevado. No sabemos las bajas iraquíes,
aunque deben ser pocas, porque la secuencia final nos muestra a los insurgentes
tomando la calle una vez los Bradleys cruzan la esquina.
Y en los créditos, vemos
las fotos, las imágenes de los soldados reales y el actor que los caracteriza,
alguno se parece, curiosamente los primeros, otros ni por asomo, pero eso nos
debe dar igual. Has visto una historia de la que no tenía ni idea, ni de la que
había oído hablar. Supongo que como estas habrá varias miles más en aquel
conflicto, o en otros, y es lo que te quedas… Los gritos, la sangre, las
quemaduras, los cuerpos desmembrados, el horror en su plenitud, sin heroísmos
ni gilipolleces por el estilo. Real, veraz, cruda como ella misma.
También vemos escenas de la película con Mendoza
indicando posiciones, tomas, bromeando con los actores, imágenes de la casa
real, que estaba hecha trizas y de la familia iraquí que vivía allí, con nenes
incluidos y que también tuvo sus momentos de tensión…
Posiblemente, realizar esta película, para Mendoza,
ha debido ser un proceso duro, pero supongo que necesario para superar aquellos
amigos caídos en combate, heridos y marcados para siempre.
Por cierto, la película tuvo un presupuesto de 20
millones de dólares, se rodó en Londres durante el mes de mayo de 2024, y distribuida
por A24, que suelen apostar por producciones independientes, se estrenó el 16
de marzo de 2025 en Chicago, llegando a España hace un par de meses, el 16 de
abril, recaudando unos 33 millones a nivel mundial.
En definitiva: “Warfare” no es espectacular, no tiene grandes batallas con enemigos cayendo por doquier mientras los gringos dan discursos, pero desde luego me ha parecido una muy buena película bélica a tener en cuenta por todo lo que os he comentado. Creo que es honesta como ella sola, quizás hasta didáctica en su sentido documental, y desde luego, las balas y el terror, se sienten. De nota le doy un 6,5 y os recomiendo su visionado. Ya me diréis.
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