sábado, 8 de marzo de 2025

El Teorema de Marguerite (2023)

 

         Con una hora y cincuenta minutos de metraje, y una historia quizás ya vista, pero que no deja de ser interesante, “El Teorema de Marguerite” es una película francesa de 2023, dirigida y co-escrita por Anne Novion, una producción con un presupuesto de dos millones y medio de euros que no consiguió recuperar en la recaudación cinematográfica, y es una verdadera pena, porque la película no está realmente mal, aunque es verdad que con 15-20 minutos menos ganaría un poco más en ritmo, que es una de mis premisas favoritas, y tampoco perdería mucho, quizás, al contrario, ganaría.

        Tiene unas buenas actuaciones, destacando la de su protagonista, Ella Rumpf, a la cual conocemos por la película islandesa “MayDay Club”, que comentamos en su día en el blog y en el canal de Youtube, y que me pareció un truño de considerables dimensiones cinematográficas.


“El Teorema de Marguerite” sabe condimentar, mezclar sabiamente, ciertas dosis de drama con toques de comedia, un par de subtramas que no se pierden y que se resuelven bastante bien, y varios elementos sociales más, aparte de la resolución del dichoso teorema… O más bien, Conjetura.

        La película parte de una narrativa que gira en torno a una joven y brillante estudiante de Matemáticas, Marguerite, que está haciendo el Doctorado referido a una conjetura matemática que parece irresoluble (La Conjetura de Goldbach), bajo la batuta de un viejo Doctor, que también está muy interesado en dicha resolución, y que, a veces, parece pasar de ella y de su trabajo.


        Ya desde los primeros compases, se te vienen películas por el estilo a la cabeza, desde “El Indomable Will Hunting”, de 1997, protagonizada por Matt Damon y Robin Williams, y que fue un verdadero éxito de taquilla, llevándose un par de Oscars de las ocho nominaciones que tuvo, hasta “Una Mente Maravillosa” de Russell Crowe, o porque no, “Rain Man” de Dustin Hoffman y Tom Cruise, cambiando casinos por trasteros chinos donde juegan y apuestan al Mahjong, juego que yo pensaba que era de unir fichas iguales (o por lo menos eso era lo que tenía yo instalado en el móvil), y que resulta ser una especie de dominó a la que nuestra protagonista le saca rédito durante una buena parte de la película, solucionando el posible pensamiento del espectador sobre la situación económica de la chica.

        Marguerite se pasea por la Facultad de Matemáticas, cabizbaja, con sus zapatillas de andar por casa, demostrando ser una genio de los números, una única mujer rodeada de hombres, y una pésima en lo que a habilidades sociales se refiere, algo que se va a ir viendo en la relación que mantiene con su madre, con su compañero de Doctorado, futura pareja, su compañera de piso y las relaciones que mantiene con todas las personas que la rodean.


        Podría decirse que inicia un viaje iniciático, un borrón y cuenta nueva, cuando en la presentación de su tesis, su compañero de Doctorado recién llegado de la Pérfida Albión, le descubre un error que derrumba todo el trabajo de tres años de estudios y preparación.

        Ahí se desmorona, se reinicia como un PC después de haber tenido un corte de luz, tan habituales en la zona de Extremadura donde yo vivo, y al reiniciarse, y ya no segura en su mundo matemático, decide abandonar la que ha sido su vida hasta ahora, teniendo que devolver la beca que disfrutaba y tocar el piso de la calle para buscarse la vida.


        Esta nueva fase nos va a proporcionar un par de chascarrillos típicos/tópicos de una mente analítica en el mundo donde viven el resto de los mortales, algo que series como “The Big Bang Theory” y su exitosa spin-off, “Sheldon”, han sabido desmenuzar muy bien durante la última década y media, para alborozo de todos, yo incluido.

        Salvada pronto de vivir mucho esa situación, gracias a la providencial amistad con una bailarina que la salvará de seguir aguantando trabajos que no entiende, con los que no empatiza o que directamente no le gustan, para el bien de ambas, pronto se aficiona al Mahjong, juego asiático con el que pagará el alquiler del reducido piso donde viven a base de desplumar chinos en cuartuchos de mala muerte.

        Pronto, el gusanillo matemático volverá a hacer su aparición, así como su inusitado interés por los chicos, el sexo y las ganas por resolver la dichosa Conjetura de Goldbach…

 

        En definitiva: Película interesante en su conjunto, aparte de las comentadas interpretaciones, correctas, destacando la de su protagonista, tiene una buena música y no se va demasiado por las ramas hasta quizás su última media hora, donde me he perdido por las fórmulas matemáticos, y donde la evolución de Marguerite parece revertirse momentáneamente después de todo lo avanzado en lo social.

        Quizás no sea original, y te va la ves venir a la milla, pero tiene un final chulo, y creo que se merece un seis de nota. Si la ves, me comentas.

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