Lo prometido es
deuda. Hace un mes algunos de vosotros me pedisteis que comentara sobre la
nueva serie del Universo Star Wars, “Tripulación Perdida” o “Viaje hacia lo
desconocido” (como se la ha llamado en Hispanoamérica), pero yo no soy de los
que ven los dos primeros episodios de una serie y ya hace la reseña. Respeto a
los que hagan esas cosas, pero soy más de los que quiere terminar primero la
serie y después opinar, por eso he tardado más de un mes en ponerme con ello.
La serie la terminé hace unos
días, han sido ocho episodios emitidos por la maltrecha Disney, y he respirado
fuerte antes de ponerme aquí delante a opinar.
“Tripulación Perdida” sigue la
estela del Disney de los últimos años, que, afortunadamente, no hemos visto en
“The Mandalorian” y en alguna que otra serie más del Universo Star Wars de ir
cayendo cada vez más en un entretenimiento un tanto infantiloide, y realizando
productos que son más deudores de ciertos movimientos sociales o ideológicos,
que del propio Star Wars, y “Tripulación Perdida”, quizás sea un ejemplo más, y
ojalá que el último.
A “Tripulación Perdida” te
puedes acercar de dos maneras distintas. Te puedes acercar como el fan de Star
Wars de toda la vida, de las películas clásicas, entre los cuales me cuento,
como buen boomer viejuno que soy, y enseguida suspenderás la serie, y verás en
ella un subproducto del Universo original. No en vano, creo que era ya Carl
Sagan el que hace casi cincuenta años, criticaba las películas por su
antropocentrismo, aquí más acentuado que nunca. Y le darías a la serie un 2, y
te quedarías tan pancho.
La otra manera de acercarte a
la serie es como una persona que tenga de media treinta o cuarenta años menos
que yo, un chaval joven o una persona que directamente pasa de la esencia
primigenia del Star Wars de George Lucas, y verás un producto parecido a “Los
Goonies”, salvando mucho muchísimo las distancias, porque “Los Goonies” es una
película atemporal muy difícil de imitar, y eso que lo han intentado muchos en
los últimos treinta años, incluyendo la Spilbergriana (de Steven Spielberg
quiero decir) “Super 8”, y alguna por el estilo, donde los protagonistas son un
grupo de niños, walkies en mano,
cada uno con unas características y unas cualidades, unas
maneras de ser y unas personalidades más ochenteras que actuales (y creedme, sé
lo que digo, porque trabajo diariamente con cien niños y adolescentes), y vista
y abordada de esa manera, la podrás disfrutar, aunque te encontrarás con una
serie predecible, que bien podría haber sido una película, donde de los ocho
capítulos sobran tres perfectamente, y donde la visión de una galaxia muy muy
lejana es lo más estadounidense que te puedas imaginar, con barrios totalmente
yanquis, a los que solo les falta la bandera en el marco de la puerta, y clases
media gringas, que mezclan la piratería del S. XVIII, con jerga y costumbres
incluidas (con todo ese romanticismo edulcorado anglosajón típico/tópico de la
temática), de los libros de Stevenson con naves espaciales, droides y oro,
mucho oro, o créditos de la Antigua República… De hecho, a la serie, solo le
hubiera faltado que saliera un galeón espacial español, llamado “Nuestra Señora
de la Soledad”, y yo ni hubiera parpadeado.
Al final, al tiempo, el Especial de Navidad de “Star
Wars” será un programa de culto al que todos adoraremos, después de haberlo
rajado (yo no) durante años.
¿Qué nos vamos a encontrar en la narrativa de
“Tripulación Perdida”? Estamos en At-Attin, un planeta perdido y oculto desde
los tiempos de la Antigua República, donde los habitantes viven en Paz y
Prosperidad en barrios de la Clase Media estadounidense, como os decía
anteriormente, con jardín delantero y trasero, colegios e institutos, droides…
Lo más parecido a Utah u Illinois un poco más allá de Plutón.
Cuatro nenes, amigos entre ellos, y que tienen en común
lo que una moto a una galleta, descubren una vieja y abandonada nave pirata
semienterrada en mitad del campo. Hay gente que encuentra monedas romanas por
Extremadura y otros, platillos volantes. Los cuatro acaban como en un
libro-juego clásico, saliendo de la atmósfera protegida de su planeta y
conociendo a un pirata, Jod Na Nawood, (interpretado por Jude Law), que les
promete ayudarles a volver a casa cuando descubre que los niños tienen un
droide que se cree John “El Largo” y Reales de A Ocho españoles, digo créditos
de la Antigua República, perseguidos por un Hombre Lobo y Steve Urkel por toda
la galaxia… En fin, eso es en resumidas cuentas…
En definitiva: Como boomer, le doy de nota un 2. Como tipo que se ha hecho una lobotomía por la Seguridad Social, podría subir al 5 por recordar al niño que fui hace 50 años. Predecible, con unos nenes que siempre se libran de todo y unos piratas absurdos llenos de topicazos, la serie deja un final un tanto abierto, y aunque los primeros datos daban peores datos de audiencia que “The Acolyte”, que ya son ganas, en algunas webs españolas hablan de una segunda temporada para 2026. Aquí entre nosotros, espero que no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión me interesa, y lo sabes...