domingo, 17 de noviembre de 2024

Kill (2023)

 

       “Kill” es una película india de 2023, de una hora y cuarenta minutos de duración, que te va a ofrecer una hora y treinta minutos de pura acción, sangre por hectolitros, patadas, puñetazos, gore y algún tiro esporádico… Pero sobre todo cuchillos, muchos cuchillos, y todo aderezado con personajes estereotipados, ultraviooooleeeentos, escapados de los mejores juegos de acción, de arcade y de plataformas, sin olvidar una bella historia de amor cursi y trastocada de fondo.

        En su planteamiento no es original, pero eso te debe dar igual si lo que quieres es ver buenas escenas de lucha, venganzas, matanzas y requetematanzas, donde caen hasta las moscas, y la verdad es que ya están tardando los gringos en sacar su propia versión, aunque como os digo, películas como “Kill” hay una docena y media…


        Lo primero que tengo que deciros es que a mi “Kill” me ha gustado mucho. La he disfrutado como un elfo en un bosque. No sé si es que me ha pillado el día tonto, pero es una película que no destaca cinematográficamente en grandes actuaciones, pero eso no importa, porque lo más destacable es su magnífica escenografía. La música tampoco destaca más allá de que cada vez que sale un viejuno, que es uno de los Malos, suena una guitarra española con tintes muy flamencos, y alguna canción hindi pegadiza en ciertas escenas concretas.

         En la narrativa tenemos a Amrit y Viresh, dos amigos, dos comandos especiales del ejército indio, capitanes para más inri. Amrit está enamorado de Tulika, la hija mayor de un famoso empresario de Transportes. Ella también está por él, pero el padre la tiene comprometida con otro tipo. Aún así, Amrit no pierde las esperanzas y con ayuda de su amigo, intentará acercarse a ella en un exótico viaje en tren (no sé si lo sabéis, pero en Extremadura, consideramos a los trenes seres mitológicos, como los dragones o los unicornios, y solemos contar historias y leyendas sobre trenes prometidos por políticos de diversa ideología que no llegan, otros que se paran, y otros que salen ardiendo directamente).


       De manera paralela, un grupo de 450 forajidos, que son todos familia entre sí: Primos, sobrinos, padres e hijos, abuelos, tíos, asaltan ese mismo tren con el fin de robar todo lo que puedan. Al frente de este pintoresco grupo está Fani, un ladrón cruel y despiadado, chulito de playa, que le tiene poco respeto a su padre y que va de líder indiscutible.

        Desde el primer minuto, van a golpear y a causar heridos de diversa consideración, aparte de algunos fallecidos por arma blanca, pero la rápida intervención de los dos comandos nivelará la lucha… Aunque la vaina se complicará cuando Fani se obsesione con la presencia de la joven, bella, y extra cursi Tulika, llegándola a aseeeeesinar de la manera más cruel posible.


        A partir de ese hecho, Amrit pasa a Modo Destroyer-Killer Maximus, y lo que habían sido golpes, patadas, puñetazos y heridas superficiales por arma blanca, se transforma en una auténtica carnicería.

        Ese hecho marcará un antes y un después en las escenas de pelea, debiéndose enfrentar a algunos jefes, o forajidos, bastante icónicos, mientras van cayendo toda una legión de esbirros, lerendos o curritos por los estrechos pasillos de los vagones. De vez en cuando reciben alguna ayuda, aunque no suelen acabar muy bien que digamos, y es que es difícil en ocasiones distinguir entre amigos y aliados y enemigos, en un caos de cosas, gente que huye o que aparenta huir, y donde los móviles no funcionan y se han quedado sin cobertura, que posiblemente sea lo más trágico para los viajeros más allá de las certeras cuchilladas gratis y sin compromiso.


        En definitiva: Como decía anteriormente, la película me ha gustado, me ha entretenido bastante a pesar del rollo pasteleo romántico cursi que se gasta, entre galán, prometida y amor imposible con trágicas consecuencias, y que no aporta nada nuevo al género. Pero, su fuerte desde luego son las escenas de lucha, perdonad que insista, muy bien logradas en unos pasillos estrechos. De las actuaciones, la más creíble posiblemente sea la del malo malísimo, que tiene algunos puntos que pueden hasta resultarte humorísticos aunque sospecho que ese no era el objetivo original. De nota, no sé si exagero, le doy un 6. Tardan los gringos, vuelvo a decir, en hacer su versión. Lo dejo por aquí.

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