“Last Straw” es una producción estadounidense de 2023, que viene a demostrar que, en una hora y cuarto, puedes hacer un producto digno, entretenido, sin necesidad de gastar horas y horas de metraje y sin irte demasiado por las ramas.
En una hora y cuarto, este slasher, género donde un tipo o unos tipos con máscaras acosan adolescentes, normalmente con una chica como protagonista, presentan una historia que quizás no te parezca muy original, pero que consigue tocar todas las teclas del género, con una muy buena música, ambientación, fotografía… Y cuchillos, muchos cuchillos.
Y con una doble visión, con un doble punto de vista, en el que vamos a ser testigos de la historia desde el punto de vista de la joven acosada, y posteriormente, desde el punto de vista de los jóvenes enmascarados.
¿Qué tenemos en la narrativa de “Last Straw”?, pues tenemos el típico, tópico bar de carretera estadounidense del Medio oeste, que también podríamos encontrar perfectamente en una comarcal de la provincia de Badajoz, ya puestos.
Nancy, nuestra protagonista, es un rubia que me ha resultado bastante repelente, como prácticamente el resto del elenco, todo sea dicho, que no ha tenido un buen día. Se ha hecho un test de embarazo, que ha dado positivo, y no sabe quién puede ser el padre de la criatura aunque tiene una docena y media de posibles en la mente.
Se le avería el viejo coche de su madre camino al trabajo, que es el bar de carretera del que su padre es dueño. Esa noche le toca turno de noche a Nancy, pero entre unos niñatos con máscaras que entran a vacilarle, los propios empleados que ponen en solfa su autoridad, y entre los que hay uno (Bobby) que le hace descaradamente la corte y confección, de manera muy pesada, aunque no parece mal tipo, y la reciente noticia del embarazo, Nancy pierde un poco los estribos y los papeles, viéndose sola en el turno de noche.
Al poco tiempo, comienza a ser acosada por una serie de niñatos con máscaras, que ella cree que son los que vinieron horas antes en el mismo plan. Llama a la policía, y el propio sheriff es eliminado a las primeras de cambio, dando un juego más bien nulo, porque más allá de mirarle el culo, sirve para más bien poco.
A partir de aquí, Nancy intentará defenderse de sus agresores, cuchillo en mano, y tras herir a dos de ellos, descubre que en realidad son sus empleados los acosadores de las máscaras.
Desde el punto de vista de los empleados, una vez despedido uno de ellos que está enganchado hasta las cejas, se encuentran a los niñatos que acosaban a Nancy. En un acto de locura se los quitan de en medio y se hacen con las motos y las máscaras de estos. La idea es acosar a Nancy para darle una lección, pero no esperan la presencia del sheriff, y que la propia Nancy a la desesperada, se defienda, iniciándose una vorágine de cuchilladas, sangre por hectolitros y persecuciones…
En definitiva: Nada más que añadir, señoría. Entretenida película de terror juvenil, en la que por una tontería se monta la del Cristo es Rey. El tema de la doble perspectiva tiene su aquel, pero también lo hemos visto en otras ocasiones, y más allá de la pura curiosidad, no tiene más recorrido. Repito: Buena ambientación, buena música, presumo que bajo presupuesto y seguramente la hicieron en quince días, pero su 6 de nota se lo lleva, quizás sea demasiado, me dirá alguno cuando la vea, pero me ha pillado con el día tonto… Lo dejo por aquí, echadle un vistazo y me decís que os pareció a vosotros “Last Straw”.
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