“Perro Perdido” (Netflix,
2023) nos trae una historia basada en hechos reales (acontecidos en 1998),
contados en un libro que ya salió hace veinte años, y que viene bajo la fórmula
que siempre funciona de “perro y familia” …
En la narrativa, un chico (Fiedling
Marshall) de clase alta ha terminado sus estudios universitarios y no sabe bien
que hacer a partir de ese punto. Casi de casualidad, le llega un perro a su
vida, Gonker, que, de ser un auténtico trasto, pasa a ser un miembro más de la
familia.
Un buen día, el perro en plena
excursión se pierde, y la familia iniciará una búsqueda que movilizará a medio
Estado, ya que el perro sufre una enfermedad que precisa medicación y hay que administrársela
antes de que sea demasiado tarde, a la par que el propio chico sufre una
enfermedad del sistema digestivo que puede acabar con él y que lleva en secreto
hasta encontrar a su perro…
“Perro perdido” es la típica
película que te puedes encontrar en la sobremesa de Antena 3. Drama y algo de
humor, música imperceptible, grandes exteriores y una buena fotografía, cierran
una película familiar que tampoco hubiera sido raro verla en el cine.
Rob Lowe, que hace de padre, y
además es Productor Ejecutivo, es la cara más conocida de la cinta de hora y
media. No os diré que le sobra tiempo, pero es muy típica y tópica y en mi
opinión tiene el aprobado justito. Entretenida, pero sin llegar a “tirar
cobetes”.
P.D. Los créditos finales son revelarán a más de un a veintena de actores, productores y personas relacionadas con la película en compañía de sus perros. Gonker vivió tres años más, alcanzando los once años de edad cuando falleció. Fiedling se estableció en Chile, donde se casó y es padre de dos niños. Actualmente, tiene perro.
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