Ozark. Cuarta Temporada (2022)

 

        Atención, la siguiente entrada contiene spoilers y referencias a la Cuarta y última temporada de “Ozark” (Netflix, 2022)… Avisados.

         Tras tres duras semanas maratonianas, me he visto los catorce capítulos que componen la cuarta y última temporada de “Ozark” (Netflix, 2022), serie que comenzó hace unos buenos pocos años, pero que se ha ido alargando en el tiempo, hasta que por fin, ha concluido.

         Sobre los Byrde y su negocio de blanqueo de dinero a través de casinos, se podría escribir mucho, largo y tendido. Sobre cómo se van librando los cuatro integrantes familiares de diversas historias y corruptelas, en las que van cayendo todos a su alrededor, menos ellos.

         La Cuarta temporada podría haberse resumido, perfectamente, en seis capítulos concretos, dejando de lado mucho, muchísimo relleno, que solo ha hecho entorpecer la narrativa y crear subtramas que, finalmente, no han ido a ningún lado, o se han cerrado torpemente.

        Esta temporada nos ha traído las muertes de prácticamente todo el elenco, menos los propios Byrde, que milagrosamente, como os comentaba, se salvan absolutamente de todo, mientras que el personaje con más garra, que el de Ruth, cae en el episodio final, en una emboscada por parte de la hermana de Navarro, un tanto absurda, un tanto increíble, que creo que no ha convencido a nadie, al igual que el lado oscuro del hijo (Jonah, cuyo doblaje español ha sido horrible, con un acento “pijo catalán” que no le pegaba ni con cola, y ojo que no es un comentario despectivo hacia Catalunya o los catalanes, que no vamos por ahí, y ya nos conocemos…).

       Han sido horas y horas de Cuarta Temporada, para llegar a la conclusión de que esta serie hubiera dicho lo mismo con dos, tres temporadas a lo sumo, y destacando las curvas mentales de los guionistas, que, a ratos, me han parecido muy perdidos en todos los aspectos.

       La serie está bien, pero no acabo de entender a la crítica cuando dicen que es de lo mejor que se ha hecho en años. No es así, no es para tanto. Jason Bateman es Jason Bateman aunque interprete a un ciempiés. Algunas poses y sonrisas de Laura Linney, me recuerdan a su papel en “El Show de Truman”, es muy buena, pero llega el momento en que te hartas del personaje. Julia Gardner se salva y con mucha distancia, con un porte y una interpretación loable, y del resto de actores, mejor no opinar, ya que casi todos pasan sin pena ni gloria por esos lagos perdidos de la mano de Dios…

       Si vas a verla, ve comprando palomitas. Muchas palomitas, pues vas a necesitar varias semanas para no perderte en ese laberinto llamado “Ozark”.