domingo, 28 de marzo de 2021

51 Maneras de Proteger a tu Novia (Ponent Mon, 2017) Usamaru Furuya

 

        De la mano de Usamaru Furuya (Autasasinofilia. ¡Quiero ser asesinado por una colegiala!, Ponent Mon, 2017) nos llega este interesante “51 Maneras de Proteger a tu novia” que también editó Ponent Mon (2017).

 

        Se trata de cinco volúmenes, en los que, con un terrible terremoto en Tokyo de fondo, vamos a encontrarnos con lo mejor y con lo peor del ser humano. Y nadie mejor que un japonés para narrar una desgracia de estas características, ya que son habituales los apocalipsis en películas, series y mangas nipones.

 

        Estamos en el distrito de Odaiba (Tokyo). Es 23 de febrero, y Jin Mishima sueña con un trabajo relacionado con el mundo de la televisión. A la par, una antigua compañera de secundaria de Jin, Roruko, gótica lolita (lo sé, suena raro) de 21 años, intenta ir por todos los medios a un concierto de su grupo favorito.


        Justo cuando los dos se encuentran, y tras una breve discusión, sucede el megaterremoto que hará que los dos tengan que apoyarse mutuamente para sobrevivir.

Estas informaciones se dan al final de los cuatro primeros tomos, y me han parecido muy interesantes...
 

        En el camino a casa, que durará casi dos semanas, se encontrarán con personas que les ayudarán y que les acompañarán, y personas que intentarán hacer todo lo posible para sobrevivir a costa de los demás. En este último aspecto, es curioso reseñar la proliferación de sectas en Japón (más que setas en un bosque) y una especie de histeria sexual que sufren los hombres en medio de la tragedia global que no sé yo si está documentada de otros hechos parecidos.

 

        A pesar de que el título es engañoso, ya que los dos protagonistas no son pareja y solo se van apreciando a lo largo del duro camino, y las “51 maneras” no se corresponden con los capítulos de los cinco tomos (que son 49), y tampoco es que se expliquen de ninguna de las maneras. Aun así, es cómic es ciertamente ameno, una especie de “road movie” a pie, entre réplicas, cadáveres, robos y violaciones, en las que ya de paso nos damos una vuelta por los principales barrios de Tokyo.

A veces, tengo la sensación que a los japoneses les gusta más un buen Apocalipsis que a un tonto un lápiz...

        Algo que me ha gustado mucho es que en los cuatro primeros números, se dan consejos para seguir si nos viéramos en una tesitura parecida (con fotos y breves y concisas claves a tener en cuenta), y en el último, en forma de epilogo, nos encontramos un esclarecedor relato del propio Furuya sobre la realizaron del proyecto y los pasos que siguió (a pie de calle, pidiendo información…) para realizarlo.

 

        Resumiendo: Un cómic entretenido, con algunos aspectos de la vida japonesa que pueden llamar la atención a un occidental (coger zapatos de tiendas y dejar dinero con nota en el lugar, o el tema de las sectas o la manera de vestir de algunas tribus urbanas…), y que seguro que te va a gustar.

Hombreeeeee, donde se ponga un Zero japonés, que se quite todo lo demás... Eso está claro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión me interesa, y lo sabes...