Leonardo Da Vinci. La sombra de la conspiración (Panini, 2019) Giuseppe de Nardo, Antonio Lucchi

        Lo primero que me llamo de este cómic fue, no la portada, no el dibujante, sino el guionista, Giuseppe de Nardo, que ya me sonaba de hace unos meses, cuando leí ¡Matad a Caravaggio!. Me quedé con el nombre porque en el cómic hacía referencia a Extremadura, en uno de sus personajes, y hablaban de la aridez ¿? de esta tierra.

        “Leonardo Da Vinci. La sombra de la conspiración” (Panini, 2019) es un cómic de la editorial Sergio Bonelli, de la que tengo algunos tomos muy interesantes. En el dibujo, tenemos esta vez a Antonio Lucchi, que no conocía, y que, al principio, tengo que reconocerlo, me ha costado bastante adaptarme a él. Pues es un dibujo con tonos pastel, con un exagerado “Sfumato” (difuminado) propio por otro lado, del genial Leonardo, que es sobre quien gira esta rocambolesca y entretenida historia de detectives.

        La historia de este cómic es totalmente inventada, pero se disfruta mucho desde el principio. Tenemos a Florencia bajo el mandato de los Médici. En 1478, al salir de la misa, en Santa María del Fiore, los hermanos Médici (Giulano y Lorenzo) sufren un ataque por parte de hombres armados, que logran matar a Giulano, hiriendo de paso a Lorenzo. Leonardo está en su estudio cuando todo sucede, es discípulo de Andrea Verrocchio.

        A raíz del suceso, se desata una ola de odio hacia los traidores a la Casa Médici, ahorcando al mercader acusado de asesinato, Bernardo di Bandino. Mientras, un amigo de Leonardo se tiene que refugiar para evitar ser asesinado por los seguidores de los Médici. Es encontrado y asesinado, pero Leonardo no lo tiene claro, y hace que se difunda el rumor de que aún está vivo, para poder tender una trampa al culpable…

Visto con algunos saltos en el tiempo. La narrativa corresponde al discípulo Melzi, que resolverá el caso, tras la muerte del propio Leonardo…

Lo dicho: Muy entretenido. Una historia de detectives a caballo entre el S.XV-XVI, un dibujo al que me costó adaptarme al principio (aunque cambia a un estilo abocetado cuando se trata de recuerdos), y una resolución digna de un Sherlock Holmes… Está muy bien.