“Vergüenza
y olvido”, sobre la Guerra de Filipinas, fue un cómic que me gustó mucho, y
para mí fue la tarjeta de presentación del guionista Gregorio Muro Harriet. Por
ello, cuando me ha tocado leer “Sudor de Sol” (Ponent Mon, 2014) con dibujo de
José Manuel Mata, y guión del citado Harriet, ya he dado de hecho que tenía en
mis manos, un gran cómic.
Demasiado rubios, pelirrojos y blancos para ser españoles del S.XVI
Y así es. “Sudor de Sol” nos
manda a América, a un lugar indeterminado entre el Orinoco y el Amazonas. Estamos
en 1533: Los colonizadores españoles arriban con esclavos, y tratan de someter
a los indígenas, mientras algunos pocos, ávidos de oro, intentan alcanzar la mítica
ciudad de oro, el legendario El Dorado.
Marquitos “Quitos”, es un
joven español, que domina como nadie las lenguas de los indígenas. En una
expedición, pronto se enamora de una joven india, Orocomay, perteneciente a la
antigua tribu de los Epuremeis, una raza que vivió tiempos mejores.
¿Una cúpula? Bueno. Si. ¿Y qué? No deja de ser un cómic, y muy bueno, como os digo.
La expedición es diezmada,
pero antes, “Quitos” tiene la oportunidad un enorme templo, mortífero por sus
trampas, pero hasta arriba de oro. Cuando es rescatado, despierta en Nueva
Granada, y el polvo de oro (el sudor de Sol) impregnado en sus ropas, despierta
la curiosidad de los españoles, que organizan una nueva expedición para llegar
a la Ciudad de Oro, aunque “Quitos” solo piensa en una cosa, volver con
Orocomay.
Esto me ha trastocado un poco. Muchas veces, hay personajes con caras exactamente iguales. Y los vestidos, coloridos y estrafalarios para una expedición por la selva amazónica, tampoco me han cuadrado.
El cómic está francamente
bien. Es un buen cómic de aventuras, donde los españoles son retratados como ambiciosos,
irrespetuosos y egoístas que solo piensan en el oro. Mientras que, en el lado
de los indios, hay diferentes categorías. Me ha hecho cierta gracia que Mata
dibuje a los españoles a lo renacentista, a la italiana, con vistosos trajes y
armaduras por la selva, cuando sabemos, que más bien, los conquistadores solían
ser bastante andrajosos.
Su dibujo es muy bueno, aunque
me he perdido bastante con las caras de algunos personajes, que son bastante
parecidas (también me ocurrió con “Sangre
Negra”, aunque el cómic no es suyo).
El guion de Harriet me ha
encantado, porque mezcla diversos elementos: Amor, batallas, algunas tramas
secundarias bien resueltas, ambición y una pizca de magia y superstición. Lo
tiene todo para que el lector lo disfrute de principio a fin. Os lo recomiendo.
Ciertamente, es un cómic que os enganchará, seguro.
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