“Spenser Confidential” (2020)
no es que sea una película para estar tirando cohetes, pero hay que reconocer
que tiene cierto entretenimiento, aunque le sobren, perfectamente, treinta
minutos largos.
Mark Wahlberg es Spenser, un policía
que un buen día apaliza a su superior, que, a la vez, daba hostias a su señora (violencia de género casera, en toda regla),
y acaba cumpliendo cinco años de cárcel (encima). El objetivo de Spenser es hacerse
camionero en Arizona en cuanto salga de prisión, pero pronto, la vida se le
complica cuando asesinan a su antiguo superior y a otro policía. Entonces,
Spenser, se meterá en camisas de once varas, a investigar lo que va a ser un
caso de corrupción policial de alto nivel, con drogas y mexicanos incluidos.
La película parece un episodio
piloto de una serie, está basada en una serie de novelas ochenteras que
tuvieron cierto éxito de ventas, y que, de hecho, llegaron a ser unos cuarenta títulos.
Se vendían como rosquillas. Tiene algo de humor, bastante de la fanfarronería yanqui
a la que ya nos tienen acostumbrados, con sus peleas y poses. Hay una supuesta novia
de Spenser, medio loca, que no tengo claro que hace en la narración, y
enseguida se echa de amigo a un gigante que da guantazos como panes. Le sobra una
escena sexual que no viene a cuento, y a mí, ciertamente, me ha parecido entretenida,
pero como os comento, un tanto larga de metraje. El final de la película
amenaza con segunda parte, por cierto, y como película Ññññññ, pero como serie, podría funcionar mejor...
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