Cuando era pequeño,
atesoraba algunas historietas, vendidas por pocas pesetas (no recuerdo el
precio, ¿Dos, o tres?) de tipo cuadrangular, del Lejano Oeste. Historia de
cowboys solitarios, séptimos de caballería, indios y búfalos, y el ferrocarril
que era atacado casi a diario. Historias en pueblos inventados, con finales
felices con la caída del sol.
“Hombre” (Aleta, 2015) de
Peter Wiechmann (guión) y Rafael Méndez (dibujo) es una de esas viejas
historias que atesoraba a finales de los setenta, principios de los ochenta. El
integral que presenta Aleta Ediciones, es fantástico. Con varias historias
cortas, pero con una narración principal que tiene un principio, y un final con
la última página del volumen.
Baltimore O´Hara “Hombre”,
es un tipo acusado de asesinato, que huye de su Nueva Orleans natal, para
refugiarse en el Lejano Oeste, entre indios, búfalos, tramperos y buscadores de
oro. Pronto, mandan tras de sí a un agente de la agencia de detectives Pinkerton,
Ronegall Dawson, para cazarlo. Dawson pronto se da cuenta que “Hombre” es
inocente de los cargos que se le imputan, ya que Baltimore le salva la vida en
varias ocasiones, pero su sentido del deber y de la justicia, hace que siga
insistiendo en su caza y en llevarlo a los tribunales de Nueva Orleans.
Durante más de cinco
años, los dos hombres colaboran, se atacan y se persiguen. Mientras van enfrentándose
a los retos que les pone por delante la naturaleza, y los hombres que pueblan
las inhóspitas tierras que recorren.
El cómic está francamente
bien, se publicó originalmente en una revista alemana, “YPS”, y es una
adaptación integra de lo publicado entonces. Es muy entretenido, y me gusta que
tenga un cierre. El dibujo es fantástico, aunque al estar realizado en sepia,
en vez de en blanco y negro, me dejó un poco descolocado (el amigo Pedro
Camello me comentó por Facebook, que este detalle hizo que los lectores
perdieran interés por el cómic).
Otro acierto de la
edición es el dossier histórico explicativo que acompaña, con una veintena de
fotos de la época: De pistoleros, de tramperos, buscadores de oro e indios… E,
igualmente, hay unas páginas dedicadas a la vida y trabajos de Rafael Méndez,
que dejó de dibujar en 1985, por culpa de una terrible enfermedad, la
depresión. Valga este buen cómic de Aleta Ediciones, como dedicatoria a un gran
dibujante e ilustrador, olvidado por la inmensa mayoría de los lectores,
desgraciadamente.
Me encantó...
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