jueves, 29 de marzo de 2018

Un novio para Yasmina (2008)



        A “Un novio para Yasmina” (2008) llegué por rebote, por doble rebote a ser verdad. Por un lado, porque venía de ver “El país del miedo” y de la página de la productora llegué al tráiler, y allí vi a un antiguo compañero de colegio al que no veo desde hace treinta años… Vamos, sale cinco segundos, ese era el segundo rebote, pero después de leer la sinopsis de la película, me gustó y me compré el dvd, que es bien barato y merece la pena.


        Después, te pones a ver la película y resulta que conoces a las tres cuartas partes de la gente que sale en la película, y te gusta más.


        El caso: A Yasmina, inmigrante ilegal en algún pueblo o ciudad inconcreta de Extremadura (aunque yo he reconocido partes de Badajoz, Montijo y Puebla... Lo sé porque soy de Badajoz, vivo en Pueblonuevo, trabajo en Valdelacalzada y compro, normalmente, en Montijo-Puebla), le urge casarse. Primero lo intenta con un novio, Javi, que es policía municipal (y al que su hermano odia, o desconfía de él), pero este no acaba de fiarse de ella y pasa de la boda. Después está Jorge, casado, pero en plena crisis matrimonial, que parece enamorado de ella. Y, finalmente, Alfredo, que vive la vida con una envidiable despreocupación, un buen puñado de deudas, y al que no le importaría casarse… Porque sí, o por dinero, qué más da…


        “Un novio para Yasmina” es una bonita historia sobre el amor, el interés, la convivencia, las personas… Dividida en diversas partes, dedicadas a cada uno de sus personajes, me ha parecido una cinta sencilla, entretenida… Como dice la caratula: “Una fábula veraniega”

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