lunes, 31 de julio de 2017

Ha muerto un hombre (2007). Kris y Étienne Davodeau


        Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad francesa de Brest fue uno de los puntos estratégicos a tomar, y a defender. Por un lado, los alemanes la consideraban vital para mantener su tráfico naval en el Atlántico, por otro, los Aliados, entre ellos los norteamericanos, la tenían como uno de los objetivos principales a tomar tras el desembarco de Normandía. Y era rara la noche que no la bombardearan. En la batalla terrestre por su toma, entre alemanes y estadounidenses, cayeron diez mil soldados repartidos entre ambos bandos. Tomada a finales de 1944, de la ciudad apenas quedaba nada. Y las labores de reconstrucción se iniciaron por miles de obreros, mal pagados, mal alimentados, cuya única salida era la huelga.


        “Ha muerto un hombre”, poema de Paul Éluard, dedicado a un miembro de la Resistencia Francesa (Gabriel Peri), se convierte en el grito de los miles de obrero que la CGT francesa convoca para la gran huelga de marzo-abril de 1950, y en el título de una película, un corto documental, totalmente desaparecido hoy en día, de René Vautier y recitado por un obrero, Petit Zef, testigo de aquellos días de lucha.



        “Ha muerto un hombre” (2007, editado en castellano por Ponent Mon) es la lucha de clases sociales, es el cineasta francotirador, documentalista, y la creencia en unos derechos, y en un futuro mejor. De la mano de Kris y de Étienne Davodeau (“Los ignorantes”, Rural”, “El Testimonio”, “La mala gente”, “Lulú”…), guionista y dibujante franceses, de los que ya he comentado alguna obra suya en el blog (Buscad a Davodeau en el buscador del blog, es todo un luchador). Más que recomendable.

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