Hay gente que te dirá que “La
Teogonía” es un coñazo de mucho cuidado, pero nada más lejos de la realidad.
Escrita por Hesíodo, en forma de verso, sobre los S. VIII o S.VII a.c, trata
sobre los orígenes del Cosmos y los distintos linajes mitológicos griegos,
desde el comienzo de los tiempos.
Me la leí en mis tiempos del
Instituto, hace ya casi treinta años, a la par que las homéricas “Iliada” y “Odisea”,
fascinado por la interesante mitología griega, que tan buenos ratos me ha hecho
pasar. Y hoy, de un tirón, la he vuelto a disfrutar. Es cierto que te pierdes
entre tantísimos nombres y genealogías, pero sus mitos y epitomes son muy
buenos si, como el que firma, escribe relatos relacionados con los mismos.
¿Os acordáis de los relatos
mitológicos de Michel IV de Gato y de Micho que publicaba por aquí?, muchos
están sacados de esta obrita imprescindible que, ya en tiempos de Hesíodo, eran
transmitidas oralmente. En la que conocemos como etapa arcaica, seguramente,
las familias se las transmitían al calor de una lumbre, bajo las estrellas, me
gusta imaginarlo así. Mitos de dioses poderosos y, a veces, crueles, héroes que
luchaban contra monstruos terribles y que los lograban derrotar, a veces con
tenacidad e ingenio (el homérico Ulises) y otras con la fuerza bruta de sus
manos (Heracles).
La obra comienza con una
invocación a las Musas, para terminar en las últimas generaciones de dioses,
los hijos que tienen con propios y mortales. En esta edición que os presento,
que me ha costado muy barata, viene un práctico índice de seres y personajes,
ordenados alfabéticamente. Recomendado para los interesados.
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