miércoles, 10 de mayo de 2017

El lector (1995) Bernhard Schlink


         Cuando comenté, por aquí y por allí, que me estaba leyendo “El lector” (1995) de Bernhard Schlink, entre cafés y como el que no quiere la cosa, más de uno de dijo: “¿No te lo habías leído aún?, pues tiene más de veinte años…”, y la verdad sea dicha: No me lo había leído. De Schlink, me había leído, meses atrás, “Mujer bajando una escalera” (Pincha Aquí. Control+clic), que me había parecido en un principio la historia de un pagafantas, pero que me entretuvo finalmente, y “El lector”, del que conocía ligeros trazos de la película (no la he visto), era una asignatura pendiente…


        “El lector” me ha gustado más que la primera experiencia que tuve con la literatura de Schlink (1944), juez alemán jubilado metido a exitoso escritor. Un adolescente de quince años, Michael Berg, un día empieza a encontrarse mal, vomita y es socorrido por una mujer (Hanna) que, más pronto que tarde, se convertirá en su amante. El ritual es sencillo: Lectura en voz alta, y sexo posterior. Con el tiempo Hanna desaparece de su vida, y Michael hace su vida, estudia Derecho, y justo después de la Guerra, en un juicio contra mujeres de las SS, guardianas de campos de concentración, acude al juicio en su calidad de estudiante… Y allí, entre las acusadas, está Hanna.

       Es un librito, “El lector”, de apenas doscientas páginas. Fácil de leer, entretenido y hasta ameno. “Un libro que solo podría haberlo escrito un hombre”, me dijeron el otro día, una de las féminas que rondan en mi vida. Es posible que sea así. Tiene mucho del propio Schlink y del mundo judicial que él conoce bien. Los personajes son francamente cercanos, más interesante el personaje de Hanna que el de Michael, y plantea alguna cuestión filosófica… Leído y disfrutado. ¿Cómo, qué aún no te lo has leído?


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