“El
valle de las espadas”, mira tú por dónde. Otra de esas películas raras, sobre
la Historia de España. De esas que son escasitas y contadas. No es un
peliculón, tiene una calidad de imagen mala, históricamente le da patadas a los
libros, tiene escenas nocturnas en las que no se ve un pimiento y un juglar
estadounidense que canta sus andanzas con acento de la mismísima Texas, y que
rompe la cuarta pared para hablarle al espectador, curiosamente como en “Los
cien caballeros”.
(A por la independencia de Castilla, lanza en mano)
Entonces,
¿Para qué te molestas en hacer una entrada de esta película? Pues porque
también tiene sus cosas buenas. Y no son pocas, creedme. Nos encontramos en el
S.X, con el joven infante castellano Fernán González, aventurero montaraz, que
vaga por el condado con su arco en tiempos oscuros para Castilla (este es el
mismo que, a la postre, será Conde de Castilla). Los parajes por donde se mueve
nuestro protagonista no son muy seguros, tropas musulmanas de Abderramán
practican razzias, y en una de sus habituales cacerías, se encuentra con la
infanta Sancha de Navarra, de la que se enamora (el amor es mutuo). Fernán
busca la independencia de Castilla, enfrentándose por igual a leoneses,
navarros y musulmanes. En la batalla de Valpiedra, Fernán mata al rey Sancho de
Navarra, y cuando va a firmar el contrato de boda con Sancha, es hecho
prisionero por el hermano de Sancha y la reina de León, aunque ya se sabe que
el amor siempre triunfa…
(Un joven Fernando Rey, rey de León)
Los escenarios son notables (castillos
burgaleses, la Alhambra), al igual que los vestuarios (aunque salen tipos
vistiendo la Cruz de Caravaca, con lo que tengo dudas… El pendón de Portugal en
la sala del trono castellano, y alguna cosita más que paso de comentar) y las
batallitas conseguidas, con la aparición estelar de algún santo de turno que
viene a echar una mano frente a los malvados sarracenos…
(Mejor no os digo quienes son estos dos...)
P.D:
Para pasar una tarde de pipas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión me interesa, y lo sabes...