El anuncio en el periódico ofrecía incorporación inmediata, alta en la seguridad social el tiempo que durara la campaña y cinco euros la hora de trabajo. Como estoy bastante escaso de capital metálico, opté por acercarme a dicha cooperativa que ofertaba tan buenas expectativas: Luís Núñez S.L. Sagrajas (Badayork).
Llegué con buen ánimo. Para la ocasión me había puesto mis vaqueros Pull and Bear (31, 10 euros), nuevos zapatos de Springfield (39, 95 euros) y camisa verde Dustin (29, 55 euros), llevaba colonia Thomas Burberry (29, 95 euros) y estrenaba look con un rapado al 3, obra de Carlo´s (11, 95 euros). La empresa en cuestión está situada a las afueras del pueblo. Es una enorme nave industrial, con tejado de chapa imitación uralita que se asemejaba a un gran mar pacífico, tranquilo, de aluminio, parecido al que viera Balboa desde el istmo del Panamá, pero en gris. En la enorme puerta verde, dos tractores solitarios custodiaban la puerta y varios grupos de hombres charlaban animosamente en la puerta de aquel extraño hormiguero donde entraban y salían personas de tez oscura y piel trabajada por los duros rigores del campo ejtremeño. Otro grupo de parroquianos, encasquetados en sus boinas, observaban con recelo, desde una distancia prudencial, a los diversos grupos de aspirantes a empleo que se formaban poco a poco en la puerta de dicho paraíso, envidia del Inem. Junto a este grupo de autóctonos fui a aparcar el mítico Grajo Milenario, y con aire ufano les dediqué el saludo local, “Güüüeeeee-jé”, que fue apenas respondido con miradas de sorpresas y murmullos desconcertantes.
Una vez en la puerta, donde destacaba por mi animoso brío y por mi portafolio Carrefour (5,95 euros), donde almaceno mis diversos títulos académicos, me di cuenta de que había dos grupos principales de aspirantes: Uno formado por marroquíes y un segundo por ecuatorianos. Opté por acercarme al segundo para pedir información sobre a donde tenía que dirigirme para informarme sobre el empleo, y ellos, educados, pero quizás sorprendidos ante un rival de mi talla, me indicaron que entrara sin llamar en la puerta verde donde enseguida me atenderían. Con un caballeresco gesto de cabeza, les agradecí la información y me interné en Luis Núñez S.L.
jajajajajajaja
ResponderEliminar¿Y nos vas a dejar así?
Yo que estaba saboreando unas galletas de barquillos de nata (0,75 euros) esperando el final...
En fin guardaré un par de ellas.
Un besitooooo.
Como suelen decir los jugadores de rol experimentados ante una puerta cerrada (o Han solo en una terminal de deshechos)... ¡Esto me huele muy mal!
ResponderEliminar;)
Se masca la tragedia...
ResponderEliminar¿Qué te deparará este curro en la siguiente entrega? Ainsss...a saber lo que se te ocurre.
ResponderEliminar(En mi blog hay un post sobre un tipo que quizás te suene ;D)
Muakk
Anita, cuando he leído tu post me he emocionado y todo, es sin duda el mejor homenaje-dedicatoria que jamás me han dedicado. Se nota que eres fan del blog y de las aventuras de Michel IV de Gato. Te agradezco de todo corazón el post, de verdad que es fantástico, con la publi que me estáis dando entre todos/as (Firmin, Clariana, Mangeles, Candi, Tú...) estoy seguro que el librito se conseguirá vender más. Un besote mastodóntico y gracias por el apoyo!!
ResponderEliminarjajajajaja si sigues dando tantas direcciones, un día de estos me tienes de competencia en la fila de entrevistas jajajaaj
ResponderEliminarjoooooooooooooooooo lo has dejado en lo mejor ¡eso no se hace!
ResponderEliminar¡¡maluno!!
XD
(de verdad no me puedo imaginar cómo acabará esta historia! bueno, como ninguna de las tuyas ;))
un besooooo y espero impaciente!
IMPORTANTE--> Duncan, yo quiero el librito de Michel pero lo quiero dedicado of course, ¿cómo lo hacemos?? :D
ResponderEliminarEstoy pensando como solucionar eso Mary...
ResponderEliminarBuenoooo...
ResponderEliminarVeamos como acaba esto, que huele a chamusquina XD
Un besote!!
jolín,,,pues ibas maqueado para la entrevistas....
ResponderEliminaresperemos que de aquí salga un contrato en toda regla...
no tardes en informarnos...
Ya me estoy esperando la barbaridad que te contestaron...
ResponderEliminar¡jajaja! "¡Los títulos te los guardas para envolver libros! ¡Aqui no nos hacen falta culturetas!"
Jajaja!
Mil besos Andrés!
Está bien la historia de la Cooperativa, en una época tan difícil como ésta, la explotación ya hasta parece menos explotación, no se donde iremos a parar. Lo de los precios de la ropa, es divertido, sería como para que alguien de la Cooperativa te dijera: ¿Qué hace un chico como tú en un lugar como éste? Besotes.
ResponderEliminarFiel a tu estilo. Pero se me ha hecho muy corto el texto.
ResponderEliminarUn saludo.
jajaja
ResponderEliminarme ha gustado, espero que siga...
besitos.
me quedo aqui un rato a leerte... ¿ me haces un espacio?
joooo qué cortito se me ha hecho!!! sigues, sigues? porfaaaaa qué pasó???
ResponderEliminarEsta vez nos has dejado muuuuy a medias jeje. A ver que se cuece dentro de la cooperativa...
ResponderEliminarjoe y en q quedo a cosa?????
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