En 1989 el director, productor y guionista chino John Woo nos traía una
película que se acabó convirtiendo en un clásico, tanto de los videoclubs, como
de la historia del cine de acción, “The Killer”.
En 2024, el director chino
que va camino de cumplir los ochenta tacos, nos trajo una nueva versión de su
clásico reinventado/reimaginado que hoy he tenido la oportunidad de ver, muy
visual, con buenas escenas de acción en general, con las palomas blancas del
cine de Woo dando vueltas por ahí (las ratas del aire, oiga), la cámara lenta,
y esas poses donde los protagonistas hacen un espalda contra espalda simétrico
para dar tiros… Pero, que no me ha llegado a impactar tanto por aquella que vi
alguna vez en el Bar Taxi de San Roque (en Badajoz), que, a pesar de tener las
características sobreactuaciones del cine chino de los ochenta, me parece mucho
mejor que esta en la trama y en la relación de los personajes, que la veo más
ligerita, más inestable en narrativa y quizás demasiado moderna y menos
impactante que aquella protagonizada por Chow Yun-fat, actor que se convertiría
con el tiempo, en un referente cinematográfico.
Rodada en inglés y francés,
entre París y Marsella, y con un presupuesto de 30 millones de dólares y una
recaudación de apenas 300.000 entre unas cosas y otras, la película
económicamente fue un batacazo que se estrenó en plataformas, y la reinvención
no ha sido acogida por igual por unos y por otros dentro de la crítica
profesional, entre los cuales no solo no me encuentro, sino que estoy a años
luz de ellos.
En esta nueva versión,
estamos en París, y con protagonista femenina (Nathalie Emmanuel), que es Zeta,
una asesina, sicaria, experta en artes marciales y manejo de todo tipo de
armas, que elimina sigilosamente y sin dejar rastro de su presencia a los tipos
que le encargan, y que se ha ganado el mote de “La Reina de los Muertos” entre
policías y criminales para los que trabaja. Nuevos tiempos, nuevas
perspectivas, debieron pensar en Universal, y como Nathalie Emmanuel es una de
las actrices que más de moda se ha puesto en la última década por su
participación en “Juego de Tronos”, pues vamos a por ello, que hay poco que
perder… Digo yo que fue lo que pensaron.
Y, ojo, la chica no hace una mala actuación, y la
química con Omar Sy es requetebuena, pero no es la película clásica
decididamente.
En resumidas cuentas: Nuestra Zeta trabaja para
Finn, un intermediario mafioso que la conoció en su peor momento y al que le
hace encargos fielmente. Durante un encargo en un club nocturno de París muy
chulo, Zeta elimina a un clan rival katana en mano, pero durante la matanza hiere
accidentalmente a Jenn Clark, una cantante estadounidense que estaba allí
supuestamente de secundaria, que queda ciega de un porrazo en la cabeza.
Zeta, la despiadada, se apiada de ella y la deja con vida, lo que provocará que Finn y su gente la ponga en su punto de mira, ya que se niega a eliminar a la chica que ha quedado ciega, y este hecho, de paso, hará que el Inspector Sey (Omar Sy) que estaba investigando un caso paralelo, se ponga tras su pista cuando conoce la historia de Jenn, por lo que los caminos de ambos se van a cruzar, aunque según veremos más adelante, ya se habían cruzado en un pasado y el Inspector tenía una deuda con ella desde hacía tiempo.
Igualmente, vemos como todo
gira en torno a un cargamento de polvos blancos, que Jenn no era tan inocente y
que Finn tenía sus motivos para eliminarla y como las ¾ partes de la policía de
París está metida en el ajo del lado de los mafiosos, entre los que destaca
Eric Cantona, que esto de hacer de mafioso se le da fantásticamente, por lo que
nuestra sicaria y el Inspector deberán hacer equipo si quieren salvar a la
chica, y a ellos mismos, dicho sea de paso.
En definitiva: Película
entretenida, con un metraje de dos horas justitas, pero no se me ha hecho larga
y con una narrativa que no me ha acabado de convencer del todo. En la original,
la relación entre el tipo, el sicario y la chica, era más creíble, aquí el
juicio de valor esporádico en alguien que aprieta el gatillo sin pestañear, me
ha parecido menos creíble, por mucha redención que me quieran vender a cámara
lenta. En aquella, nuestro sicario quería operar a la cantante que se quedaba
ciega, y aquí la recupera sola después de un tiro y varios golpes más, lo cual
es mano de Santo. La del 89 era más romántica, más trágica, y esta tiene un
final más aséptico.
De nota, le voy a dar un 5. La he visto en una tarde, y como decía, me ha entretenido bastante, pero indudablemente no es la original. Soy de la opinión de que las cosas que están bien hechas, debes dejarlas estar. “The Killer” es una película que verás, y que olvidarás posiblemente pronto. La del 89, aún la recuerdo, por algo será. Y si no la has visto, la del 89 digo, te recomiendo que lo hagas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión me interesa, y lo sabes...