martes, 25 de febrero de 2025

Anora (2024)

 

        “Anora” es otra de esas películas que llevo meses, pero meses esquivando, porque de entrada no me entró por los ojos, pero que, como tantas otras, entre las distintas nominaciones que ha recibido durante el 2024 a distintos premios, las críticas más o menos positivas y que lleve casi 35 millones de dólares recaudados durante este febrero de 2025, frente a un presupuesto de 6 millones que costó, me he convencido de que merecía una oportunidad… Aparte de que es una de las películas nominadas a Mejor Película en los Oscars 2025, junto a su director Sean Baker (que ejerce también de guionista, montaje, al que también opta por cierto, y chico de los cafés, solo le falta venderte coches como Antonio Lobato), e igualmente a mejor actriz principal, Mikey Madison, de la cual no había visto nada de ella hasta ahora. Por cierto: No es para menores de 16 tacos.

        “Anora” es una película estadounidense, una producción que se mueve entre el drama, el romanticismo mal entendido y con ciertos toques, quizás, de comedia o de humor negro. Un cuento de hadas que acaba como tiene que acabar: Mal, aunque podría haber sido peor…


        Me ha parecido una película bastante triste ya desde el principio hasta el final. He llegado a pensar: Esta película la pilla Tarantino, y te monta una matanza por todo lo alto con rusos y armenios dando tiros, armados hasta los dientes, pero “Anora” se agarra más a la realidad que las fantasías de Tarantino, y aquí no hay tiros, aunque si le faltan un poco al respeto a la realidad en el romanticismo que parece impregnarle al trabajo más viejuno del mundo, a las cariñosas y a todo lo que le rodea, que me parece que es lo más triste, entre otros adjetivos, que te puedes encontrar en este mundo.

        Le da una patada en la cara a la película “Pretty Woman”, que se la merecía desde hace mucho tiempo, y que nadie se había atrevido a hacerlo hasta ahora. Una película que hubiera defendido mi Yo inmaduro de hace cuarenta años, pero que hoy me parece de una absurdez supina.


        Centrándonos en “Anora” o en “Ani”, que es como se debería haber llamado: En la narrativa nos encontramos a Ani, una cariñosa de Brooklyn de 23 años, que lleva una vida de ñorda en un Club donde ejerce prácticamente todas las noches.

        Una noche, un joven cliente ruso llega al club, Ivan “Vanya”, que resulta ser el hijo de una adinerada familia rusa, y cuando digo adinerada, me quedo corto. Vanya es asquerosamente rico, y pronto se encapricha con Ani, a la que comienza a visitar primero en el club, y posteriormente la alquila como novia durante una semana de juerga, sexo, drogas y excesos de todo tipo, que acaban en Nevada, en Las Vegas, con el matrimonio de ambos.


        Ani cree haber encontrado a su Príncipe Azul, y a Vanya, de una inmadurez tremendísima, solo le interesan los videojuegos y hacer representaciones teatrales de la Caidita de Roma.

        Al poco, le llegan rumores a la familia de Vanya de que se ha casado. Estos movilizan a Toros, su hombre fuerte en Estados Unidos, y a dos matones más, Garnick e Igor, para que consigan la nulidad matrimonial mientras la familia de Vanya se embarca hacia Estados Unidos desde Rusia.


        A partir de aquí tenemos algunos gags humorísticos por parte de los tres matones rusos, y aquí inevitablemente me acordé de Tarantino, que hubiera presentado a los rusos armados hasta los dientes.

        Pero aquí no hay pistolas, no hay palizas ni huesos rotos. Los tres matones intentan hablar por las buenas con los dos jóvenes. Vanya, incapaz de afrontar la situación huye de su propia casa, y Ani se defiende de los tres hombres, acabando atada y amordazada, dejando a Garnick con una conmoción y a Igor con un mordisco en el hombro.

        Lo curioso es que los matones hasta pedirán perdón por la situación creada, y siempre buscará. la colaboración por encima de las amenazas o los malos tratos.


        Ani y los tres matones comienzan una búsqueda por Vanya, colaborando a pesar de todo. La familia de Vanya, llegada de Rusia, coincidirá con el encuentro de Vanya, que había vuelto al club donde conoció a Ani, la cual será rechazada por los padres de él que reclaman el divorcio inmediato, para lo que tendrán que ir hasta Nevada para lograrlo… Mientras tanto, uno de los matones, Igor, parece interesado por Ani, pero esta solo lo desprecia, insulta y ve como su Príncipe Azul es en realidad un niño mimado, consentido… Un cagón de cuidado, y su sueño de vivir la vida padre, se desmorona por momentos…


        En definitiva: “Anora” no me ha parecido una mala película, pero peca de lo que siempre crítico por el blog y por el Canal de Youtube… Tiene un metraje excesivo: Dos horas y cuarto para narrarte un fallido cuento de hadas que podría resumirse en una hora y media, poco más si se tercia, pero no desde luego en este metraje estirado hasta la saciedad.

        Tiene buenas interpretaciones, he de reconocer que no conocía a ninguno de los actores, y a nivel técnico el uso de la cámara, los tonos mates que hacen que las piernas de Ani hasta parezcan de cartón, me ha convencido. Buena fotografía, buen uso de los planos, música acorde a los estados de ánimo del personal, y mucha escena subida de tonito, algo a lo que no todo el mundo estará acostumbrado, pero es lo que hay…

        De nota: Por destrozar el cuento de la Cenicienta, que tanto daño ha hecho, y mearse en él, le doy un 6´5. Me ha parecido una buena bofetada de realidad en vena cinematográfica. Le daría un 7 si tuviera 30-35 minutos menos de metraje. Lo dejo por aquí.

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