lunes, 27 de enero de 2025

Azrael (2024)

 

         “Azrael” es una película de terror estadounidense, estrenada en 2024, rodada en Estonia y con un presupuesto de doce millones de dólares. Viene de la mano de un director experto en este tipo de filmografías, E.L Katz, y de un guionista que también pertenece al gremio, Simon Barrett, del que tanto por el blog como por el canal hemos hablado, indirectamente, al hacerlo de la película “VHS”, de la cual es uno de sus responsables.

        Interpretada magistralmente por la actriz australiana Samara Weaving, que quizás os suene de películas como “Snake Eyes” (2021) de la saga “GIJOE”, donde hacía de Scarlett, “Azrael” es en realidad… Una película muda. Tal cual, muda, ya que no vas a encontrar ni un solo diálogo en la misma, aunque eso no es óbice para pasar su hora y veinte minutos de metraje donde encontrarás acción, hectolitros de sangre, sectas de zumbados, fanáticos satánicos, terror y un niño-cabra que vino al mundo gracias a la Seguridad Social, en un mundo post-apocalíptico donde la gente no habla por considerarse un pecado mortal, se rinde culto al viento y se realizan sacrificios humanos con todo hijo de vecino… Eso es “Azrael”.


        La verdad es que el principio de la película no nos adelanta mucho. Ha habido un Apocalipsis, o algo parecido, llamado “El Rapto”, tras el cual, los supervivientes decidieron hacerse una traqueotomía casera y se organizaron en cultos raros, donde comparten espacio con unos humanoides antropomórficos llamados “Los Quemados”, que les gusta más un sacrificio humano que a un guiri un tinto de verano.

        Azrael, nuestra Samara Weaving, huye del culto junto a su amor, Kenan, con el que forma una bonita pareja interracial, aunque él tiene menos luces que un callejón de Badajoz (les persiguen y se pone a hacer fogatas en mitad de un bosque, para que se presenten los del Seprona). Capturados por el Culto, su destino es el sacrificio, pero Azrael huye justo cuando se presenta un quemado que acaba comiéndose a un lerendo del Culto y planea una venganza contra todos ellos.

 

        Esta sociedad post-apocalíptica del Culto son muy beatos, y practican una religión deformada del cristianismo, donde adoran a una abertura, un agujero que hay en una pared de una iglesia donde creen que por ahí se comunica la divinidad con ellos. También siente predilección por el Ecce Homo de Borja en su versión Virgen María.

        Llegados a la mitad del metraje la película se vuelve oscura, porque es de noche más que otra cosa, y aparece el único tipo que habla, pero no se le entiende nada: Un cualquiera que va en una camioneta por mitad del bosque, recoge a Azrael, conduce sin mirar la carretera durante minutos y minutos, y se lo cargan de un tiro certero.


        Esta escena es, quizás, la más rara, porque me ha llegado a recordar la película de “El Bosque”, por la posibilidad de que, en realidad, todos sean una pandilla de zumbados perdidos en algún lugar y que hay una sociedad organizada que habla, escucha música y conduce coches en algún lugar no muy lejano. Pero pronto la narrativa huye de este enfoque, y hubiera sido más difícil de explicar muchas cosas.

        Dispuesta a acabar con la líder del Culto, se dirige al Campamento que tienen en mitad del bosque. Azrael descubre que está embarazada, y al dudar es capturada, aunque antes le araña la barriga, algo que posteriormente le va a salvar la vida, ya que es encerrada en una tumba o habitáculo que tiene un pasillo por donde uno de los Quemados llega, la olfatea, huele las uñas y la deja.


        Huida de nuevo de sus captores, Azrael comienza a cargarse el Campamento, matando uno a uno a los miembros del Culto, hasta llegar a la “Final Boss”, que es la embarazada satánica y su lugarteniente, con las que mantiene una lucha épica, y justo cuando las vence, nace el niño-cabra, que ha salido igualito que su padre.

La líder se corta el pescuezo nada más verlo. Nunca vi a una recién parida ponerse en pie con tanta facilidad. La película concluye con los Quemados adorando al niño-cabra, que Azrael sostiene en brazos.


En definitiva: Lo mejor de la película es, sin duda, Samara Weaving, que sin decir ni mu, se come la pantalla. Buena fotografía. La trama tiene acción, terror, aunque se echa en falta más contexto. ¿Nota? Un 5.

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