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Desde hace un tiempo, Shintaro Kago se ha convertido en uno de mis mangakas de cabecera, junto a Hideshi Hino o mi admirado Junji Ito. De hecho, tanto por el blog como por los Canales de Youtube y Rumble, le hemos dedicado algunas reseñas a cómics suyos, como “Ciudades e Infraestructuras”, “Compendio de la Historia Universal”, “La Formidable Invasión Mongola” o “Cuerpos Extraños”.
En esta ocasión, le ha tocado el turno a “Daño Cerebral”, un cómic publicado en España por la Editorial Ponent Mon en 2024, y que nos trae cuatro nuevas historias de Shintaro Kago, más Kago que nunca…
Publicado originalmente en Japón en 2017, “Daño Cerebral” tiene 192 páginas, y está compuesto por cuatro historias tituladas: “Cuatro en el Laberinto”, “La habitación Maldita”, “Retrato de Familia” y “Cosecha de sangre”, concebidos en riguroso blanco y negro.
Todas las historias de Kago tienen en común cierto gore, sangre para parar un tren, amor por lo visceral (nunca mejor dicho), surrealismo a raudales y ciertas dosis de violencia que pueden incluir cuchilladas, desmembramientos, canibalismo e idas de pinza variadas. Es marca de la casa.
En la primera de las historias, “Cuatro en el Laberinto” nos encontramos a cuatro jóvenes muy parecidas físicamente entre si. Han sido secuestradas y metidas en un extraño laberinto, donde las puertas no llevan a ningún sitio más allá de habitaciones repletas de cadáveres mutilados, todos de chicas muy parecidas, mientras en los pasillos un horripilante tipo, enmascarado, va soltando mandobles con un cuchillo de ferretería, haciendo grandes desaguisados entre las chicas que intentan sobrevivir como sea a la situación.
“La Habitación Maldita”, la segunda de las Kago Historias, nos lleva a una extraña sociedad donde los muertos no saben que han muerto. Transformados en zombis, y con un hambre voraz, van perdiendo partes del cuerpo, desde pelo hasta ojos, mientras que algunos vivos, bajo supervisión militar, los intentan mantener controlados. Incluso como explican en este manga, mantienen conversaciones más o menos curiosas con ellos, antes que acaben muchas veces atacando a todo lo que se mueve, y haciéndose expertos cocineros… Unos cocineros muy especiales.
“Retrato de Familia” me ha parecido una historia muy curiosa. Basada en la demencia, un abuelo de la típica familia japonesa, que es más verde que una pradera, comienza a olvidar primero a vecinos, que desaparecen y se esfuman, como si nunca hubieran existido, y posteriormente de los propios miembros de su familia. Sexualmente descontrolado, olvida hasta partes de los cuerpos, aunque en esto es bastante selectivo. Un olvido es la desaparición de un ser humano, que solo deja como recuerdo, su ropa en el sitio en el que fue olvidado.
Algunos personajes aparecen como auténticos quesos agujereados, y Kago presenta los instintos sexuales como los últimos en desaparecer de la mente del abuelo… Posiblemente, de las tres, es la que más se ha sale un poco del tema sangre, vísceras, canibalismo y decapitaciones… Aunque también tiene lo suyo.
Por último, para concluir con “Daño Cerebral, la cuarta historia, “Cosecha de Sangre” es una curiosa historia de coches vampiros adictos a la sangre… Si, coches vampiros que se alimentan de sus propietarios, algo que puede ser una metáfora he pensado yo, de la cantidad de dinero que se lleva un coche: Que si ITV, Impuesto de rodaje, averías… Vamos, que te chupan la sangre literalmente.
Resumiendo: Historias cortas autoconclusivas, con el sello característico del autor, algunas con un cierto y ligero toque de humor bizarro y extravagante, que se leen bien, rápido y se disfrutan un montón. Yo por lo menos estoy muy enganchado a todo lo que sale del autor.
Como curiosidad, en las páginas finales, Kago le dedica unas pocas líneas a cada una de las historias, dando su opinión sobre ellas, sobre su proceso de creación o donde quería llegar…
En cuanto a su precio, a mi me ha costado 22 leuroh. Ya me comentaréis que os pareció a vosotros. Yo lo dejo por aquí.
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