domingo, 21 de julio de 2024

Star Wars: The Acolyte (2024)


      Durante el último mes y medio, me han preguntado en varias ocasiones mi opinión de “Star Wars: The Acolyte”, serie de 2024 perteneciente a una de las franquicias galácticas que existen, la más famosa en mi opinión, y cuyas películas, series y cómics llevo consumiendo en los últimos cuarenta años, y de la que soy fan declarado y juramentado.

      Los ocho episodios de “The Acolyte” venían con el visto bueno de una parte de la crítica especializada, e incluso a mi en redes sociales me han salido durante semanas vídeos de influencers y youtubers, con millones de visualizaciones por encima de las mías, alabando la serie caracterizados y espada láser en mano…


      Pero, a mi no solo no me ha convencido, si no que me ha parecido mala, bastante mala, y creo que es una opinión generalizada, por mucho que nos intenten convencer de lo contrario y vendernos una bicicleta que no acaba de entrarle a nadie por los ojos… Vamos a hablar, muy brevemente, eso si, de “Star Wars: The Acolyte”…

      Lo primero que tengo que dejar claro y cristalino, y vuelvo a reiterarlo, es que yo soy muy fan de la saga, pero no tanto como tatuarme cosas relacionadas en partes ocultas ni cosas parecidas… fan de los que intenta ver, leer y disfrutar de todo lo que sale de “Star Wars”…


      Es decir, si mañana sacan una serie que nos muestra como Yoda aprendió a montar en triciclo con ochenta y cinco años, yo la voy a ver.

       Será mala, o no, pero yo la veré, y ese es uno de los motivos por el que he visto “Acolyte” hasta el final. Otro es porque a mi no me vais a ver reaccionar a uno o dos episodios, yo opino sobre el conjunto de la serie una vez terminada.


      En la narrativa estamos en La Alta República, un siglo antes de que surja el Imperio y los acontecimientos de “la Amenaza Fantasma”. Una época en la que se supone que los Jedis tenían prácticamente el dominio sobre la Galaxia, un gran poder y representatividad sobre el Consejo, y todo eran flores y mariposas.

       Ya desde el inicio, vemos a una ninja intentar acabar con una Jedi que está de parranda con unos colegas. No hay duelos a espadazos, y si mucho Kung-Fu, que acaba con la Jedi apuñalada como en uno de los barrios chungos de tu ciudad. Extraña manera de morir para una venerable y experta Jedi que comete un error de libro, y que prometía por los posters dar más juego.


       Entonces nos enteramos que el ganador de “El Juego del Calamar”, al que le sienta como un tiro el pelo largo (le falta la litrona y la camiseta de los Maiden para mejorarlo), es un Maestro Jedi llamado Sol, que es encargado de investigar una serie de asesinatos a Jedis de una lista en la que está incluido él.

        La asesina escapada del “Assasin´s Creed” es la hermana gemela y malvada, ¿No vimos ya algo parecido en Los Simpsons hace unos años?, de una ex-padawan del mismo maestro Sol. Osha es la requetebuena que habla con su Game Boy, que dejó la Orden Jedi por una “agitación interna”, un posible colon irritable galáctico con diarrea incluida, y que hizo un módulo de electromecánica para buscarse la vida.


     Y Mae es su desaparecida hermana, la ninja navajera, que se creía muerta, quemada y enterrada, que entrenada por un Sith, ha vuelto buscando venganza en Sol y los compañeros Jedis que se presentaron en el planeta de las Brujas para llevárselas a un Centro de Menores regido por la Junta de Extremadura, aunque Mae se suponía que había caído en un incendio provocado por la sequía, o por los propios Jedis.

        La misión de resolver el entuerto se la encarga la Maestra Vernestra, que no Menestra, y cuyo color favorito es el azul, a Sol, que se tirará con cara de no ir mucho al baño los ocho capítulos de la serie, dando palos de ciego, digo… De Jedi, y de planeta en planeta.


        A partir de aquí, ya comienza el galimatías de Jedis frikis (de todo tipo y condición, aunque parecen más un festival de algo que una Orden Jedi), brujas hostiles de la Fuerza que viven en sitios con mucha ventilación, el poder de los midiclorianos para dejar a la gente preñada sin necesidad de macho por medio (lo que dejaría a Anakin en un brete, pues entonces ya no sería tan especial como nos dijeron, ¿No?), el rollo de las gemelas antes mencionado (que no son gemelas, que son la misma, pero divididas por una teoría freudiana), el malo que lo mismo te lleva un tenderete en el Zoco y te vende medio kilos de tomates, que se jala él solito a media docena de Jedis y padawans sin pestañear con una máscara del Temu, el Maestro Ki Adi Mundi diciendo chorradas: “Los Sith se extinguieron hace un milenio, es máquina del fango, que son bulos, oooiga”, Jedis que se suicidan después de años de reflexión (flotando y sin ir al WC), diálogos absurdos (simplistas, vacíos y sin profundidad), falta de droides aunque sean dando vueltas más allá de una Game Boy, y como traca, una rata de medio metro olfativa a la que he deseado que le dieran un tiro en la frente desde el primer minuto…

       Todo ello, hacen que la serie sea aburrida hasta bostezar, plana, y sin meterme ni en polémicas mayores, ni en politiqueos varios. No se trata de que yo sea un boomer de 51 años y no sepa de lo que hago, se trata de que esto no es “Star Wars”, y a veces roza hasta la parodia.


      En definitiva: Después de lo dicho, y me quedo muchas cosas en el tintero porque he prometido brevedad, le doy un 4 de nota y creo que es mucho. Creo que desde la serie “Willow”, que fue un auténtico despropósito, no me había defraudado tanto otra de una franquicia de nivel.

       La historia es predecible, y al contrario que “Ahsoka” y “The Mandalorian”, me temo que esta la terminaré olvidando. La presencia final del mítico Plagueis El Sabio, malvado entre los malvados (que de crear vida sabía un rato), y de la espalda de Yoda no me ha convencido… Aun así, como os comentaba antes, no dejaré de ver tooodo lo que saquen de la saga, porque uno es sufridor por naturaleza...En fin… Lo dejo por aquí, ¿Qué os pareció a vosotros?

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