“La herencia del tío” es una de esas películas polacas que nos presenta Netflix, de vez en cuando, y que nos trae una trama que ya hemos visto mil veces, al estilo “Cluedo” y las dos divertidas partes de “Knives Out”, o como las llamamos en España: “Puñales por la espalda”, que tenéis comentadas tanto por el blog, como por el Canal de Youtube… Pero esta concretamente, con un toque de humor polaco. Una comedia de este 2024, que hará que el espectador se ponga en plan detective para averiguar todos los enigmas que se nos van planteando… Y la pregunta que todos os estaréis haciendo es… ¿Merece la pena “La Herencia del tío, o debería pasar olímpicamente de su visionado?… Vamos a hablar, brevemente, sobre el tema…
Como os decía anteriormente, la película no brilla precisamente por su originalidad y creo que su objetivo no va más allá del puro entretenimiento, sin grandes aspiraciones a lo largo de su hora y media de metraje. De hecho, la última media hora se me ha hecho cuesta arriba, y ha ido cayendo paulatinamente en la absurdez más absoluta.
En la narrativa tenemos a una familia muy peculiar, que ha estado separada durante años y que han perdido completamente el contacto entre ellos, hasta que la herencia de un tío extremadamente rico, inventor y famoso chiflado que fue presentador de televisión, les hace reunirse en torno al olor del dinero que emana de una herencia jugosa. Tres primos, Karol, Natalia y Dawid, cada uno con sus motivaciones y objetivos en mente respecto al posible dinero que les llegue.
Así tenemos , por un lado, a la típica familia del profesor, Dawid, que además es el narrador, con mujer y dos hijos adolescentes. Al primo gay, que se ha echado un novio con su mismo nombre: Karol. Y la prima superficial y superflua, que va de flor en flor y que es la que menos oculta sus ansías de dinero y de aparentar. Mentirosa y tramposa, nada de fiar, que es Natalia.
Nieva mucho cuando llegan a la macromansión de su tío, donde les recibe un mayordomo escapado del “Animal Crossing”, estrafalario como él solo, para descubrir al cabo de unas horas, que su tío en realidad no estaba muerto, y que solo quería reunirles para proponerles un juego.
Al día siguiente, aparece su cuerpo con un puñal en el pecho, realmente muerto, y el juego que les iba a llevar a la herencia, se pone en marcha, junto a la aparición de dos peculiares policías que vienen a investigar el caso del asesinato. Pronto, descubren que la mansión está llena de sorpresas, y que su tío no escatimó para poner en marcha todo el tinglado, una especie de concurso en realidad, para demostrarles lo separados que están, que han estado, y lo poco que se conocen entre sí. Más pronto que tarde, comenzaran a colaborar entre sí, para ir pasando las distintas pruebas y juegos.
A la par, a lo largo de la narrativa vamos viendo los posibles motivos, de por qué cada uno de ellos podría ser el asesino del tío, incluyendo a los policías… Que en realidad, y es algo que ves desde el principio, no eran policías, sino que también iban a por una parte del botín…
En definitiva: Película plana, personajes planos y muy poco creíbles, con muy poca química, bastante absurda como os decía antes, que puede llegar a entretenerte si estás muy muy aburrido, o estás hasta arriba de estramonio. Personalmente, mi interés ha ido decayendo desde los primeros minutos... Paulatinamente, vertiginosamente, hasta llegar a pedir la hora porque ya se me estaba haciendo insufrible. De nota de doy un 4, y posiblemente sea mucho. Aun así, os animo a que compartáis vuestra opinión conmigo, como siempre, sobre “La herencia del tío”… Yo, por cierto, ya la estoy olvidando...
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