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"Ciudades e infraestructuras” publicado por la editorial Ponent Mon hace un par de meses, durante este 2024, es la cuarta experiencia que tengo con el mangaka Shintaro Kago, tras haber leído, y comentado tanto por el blog, como por el canal, otras obritas suyas, auténticas joyas del surrealismo y del gore más onírico, como “Cuerpos extraños”, “La Formidable invasión mongola” y “Compendio de la Verdadera Historia Universal”, que disfruté tanto como para engancharme a todo lo que publica este señor que va camino ya de los 56 años…
Shintaro Kago se ha creado un mundo muy peculiar, muy particular, que tiene elementos que ya son fácilmente reconocibles. Sus historias pueden comenzar con un pie narrativo real, pero ya en la segunda o tercera viñeta se crea ese Universo Kago, en el que hay factores que puedes ver repetirse en muchas de sus historias, como el sexo, lo gore reflejado en la mutilación, en la explosión de cuerpos, las protuberancias extrañas que nacen de cuerpos, frentes y cabezas, lo absurdo elevado a su máxima potencia y no en pocas ocasiones cierto horror vacui que llena caras de tuberías y cuerpos de lombrices o de extraños mecanismos, realizando asociaciones imposibles como las que solía usar, salvando las distancias, Dalí en muchas de sus composiciones.
En esta ocasión ”Ciudades e infraestructuras” nos presenta 30 historias cortas, autoconclusivas, que apenas ocupan un par de páginas y que rondan una media de 15-20 viñetas, como mucho, cada una, y donde repite elementos anteriormente vistos en otros cómics suyos, como las manos cercenadas, cuerpos del revés, el humor completamente absurdo basado en una lógica irreal, el canibalismo y la presencia de una sociedad que hace concursos de suicidios o de ignorar a las personas, teniendo sus “Ciudades e infraestructuras” como protagonista indiscutible al ser humano, que carece de empatía, y cuyas narraciones giran en torno, en muchas ocasiones, al egoísmo o la autodestrucción.
Esta edición, además, tiene un par de extras finales al concluir sus historias cortas. La primera de ellas, titulada “Anomalías cotidianas”, nos muestra una serie de tiras cómicas, al estilo de las que solían aparecer en los periódicos, cuando había periódicos, en los que Shintaro Kago sintetiza en historias de tres a cuatro viñetas todo su catálogo de obsesiones que le hacen tan identificable, como os decía, y en las que podemos ver en alguna ocasión alguna variación de alguna historia anterior. La segunda de ellas, es una historia silenciosa, en forma de pocas viñetas, relacionada con la portada del propio cómic.
En definitiva: Cómic para los muy fans de Shintaro Kago, pero que yo os recomiendo siempre y cuando vengáis preparados para la locura que este autor os tiene guardada. No es un cómic para nenes, va dirigido a un público adulto, es algo que debéis tener muy en cuenta, y que representa una rama muy especial dentro del mundo del cómic, difícil de etiquetar, ya que el propio autor, es tan especial y auténtico, como lo son sus obras... Shintaro Kago… No lo dejéis pasar.
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