“Perro y Gata” (Netflix, 2024) es la típica película, estrenada en Netflix España hace un par de semanas, que he estado esperando para verla en familia, porque siempre he creído que es de esas películas que se disfrutan más en compañía, y sobre todo de los más pequeños de la casa, porque si la veo en solitario, me la cargo entera en la reseña, y de esta manera suelo ser más benigno.
De nacionalidad francesa, “Perro y Gata”, nos trae en su narrativa la historia de un cachorro de perro, y una gata pija, estrella de las redes sociales, que se ven separados de sus respectivos dueños.
Kaká, que en su versión original es Chichi, es un cachorrito que se encuentra en un callejón con un ladrón de guante blanco, conocido como El Gato, que viene de dar el golpe de su vida al hacerse con un valioso rubí de gran tamaño. En su lucha contra un supuesto policía, que más adelante veremos que es otro ladrón con el mismo objetivo que él, el cachorro se traga el pedrusco, y a El Gato no le queda otra opción que ponerle un voluminoso pañal al animal y esperar que la naturaleza haga su trabajo tarde o temprano.
Por otro lado, Diva es un gata de gran tamaño, archiconocida mundialmente, con miles de seguidores en las redes sociales, cuya dueña saca grandes beneficios de su fama, aunque no acierta a la hora de invertir dichos beneficios correctamente.
Antes de despegar en un vuelo Montreal-Nueva York, donde el ladrón conocido como El Gato, cuyo nombre es Jack y se hace pasar por ciego, y Mónica, la dueña de Diva, coinciden, ambos animales se quedan en tierra, iniciando una “Road Movie”, en la que deberán esquivar varios peligros como águilas, el tráfico, niñas locas y el falso policía que les persigue desde Montreal hasta Nueva York tras el rubí, iniciándose una bella amistad entre ambos animales, que al principio parece imposible entre ambos, y que al final de sus aventuras, les hace ser inseparables.
Y de manera paralela, sus respectivos dueños sufren un proceso similar, protagonizando las tópicas situaciones disparatadas, llenas de malentendidos y discusiones, con algunas pizcas de acción y humor, y bastantes escenas absurdas, que les llevarán a volver a reunirse con sus mascotas en un final esperado, sin mayores sorpresas.
En definitiva: Película para todos los espectadores, pero más bien enfocada para los más pequeños de la casa, que son los que más van a disfrutar de estos dos entrañables personajes realizados a base de ordenador, muy bien conseguidos, y con características mentales antropológicas, muy humanos a pesar de ser un perro y una gata, como no puede ser de otra manera. El metraje, de casi una hora y media, ajustado a la historia, y no sé si de rebote o no, cierta crítica a la sociedad de hoy en día: Los móviles y las redes sociales, el trato a los animales para el propio beneficio cuando ellos lo único que dan es amor, y las propias relaciones personales entre los seres humanos, egoístas e interesadas, tal vez todo esto muy someramente, muy velado, pero presente…
La hemos disfrutado bastante en casa, y por ello le doy un 5. Si la llego a ver solo en casa, y a mis 50 años, no pasa el filtro, pero en estas circunstancias, si.
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