domingo, 10 de marzo de 2024

Damsel (Netflix, 2024)

 

Damsel” (Netflix, 2024), película de fantasía heroica, que supongo que viene al rebufo del pasado éxito de “Juego de Tronos” con el tema de los dragones, y aprovechando el tirón de la actriz protagonista Millie Bobby Brown, tras su paso por la exitosa “Stranger Things”, y que se ha estrenado ahora, durante esta semana, en España.

Centrándonos en la narrativa: Tenemos un Reino que está en las últimas. El Cambio Climático les ha traído un frío del copón, y la gente huye de allí en cuanto puede. Hasta las princesas Elodie y Gloria se dedican a cortar leña y llevársela a casa antes de que se adelante algún campesino harapiento.


Un día reciben una propuesta de matrimonio del príncipe de un Reino rico y pijo, que está donde Cristo dio las tres voces, y que están especializados en la agricultura de bancales, y que están muy interesados en casar al niño con la Princesa Elodie, la mayor. Así que ni cortos ni perezosos, toda la Familia Real se embarca par ir hasta allí en un cascarón de nuez, que llaman barco, porque ese tren no lo pueden dejar escapar.

Nada más llegar, se dan cuenta que aquello tiene mucho de Parque de Atracciones, muy multicultural, y con un sector terciario poco aprovechado, más allá de tener mucho funcionarios. Algo parecido a Extremadura, porque tampoco tienen tren.


La boda se realiza más pronto que tarde, y enseguida se llevan a nuestra Elodie a un sistema montañoso cercano, causante del efecto Foehn que sufre aquel reino junto al mar, y muy rico en granito para encimeras, donde unos tipos con máscaras acompañan a la Reina Madre, que ha llegado antes que el carruaje que iba a 80 por una comarcal, y a la que le ha dado tiempo a disfrazarse de compresa usada.

La pobre Elodie, que pensaba que la llevaban a un hotelito en la Sierra a rememorar la Caidita de Roma, se encuentra con su suegra disfrazada soltándole el rollo que allí vive una dragona que come princesas. No come campesinos, ni repartidores de Glovo, ni representantes de Avon… Solo Princesas. Así que su destino es ser devorada por una dragona que lleva milenios respirando gas radón, y está muy puesta.


El Príncipe, su flamante marido que no le ha puesto dedo encima, siguiendo la ceremonia, la tira a una pozeta, donde se supone que la dragona la devorará. Elodie, que sobrevive a una caída de 85 metros, con solo algunos rasguños, intentará salir de aquel laberinto sin salir chamuscada ni volverse loca con la cháchara que se gasta la muy lagarta de la dragona.

En su vagar por las cavernas, se va convirtiendo en una superviviente, que ríete tú de toda la franquicia del Baldur´s Gate chaval: Descubre unos gusanos radioactivos curativos, y unos petroglifos del Paleolítico Superior con el nombre de todas las princesas que han pasado por allí, un mapa de carreteras y otras cosas guarras que pusieron las anteriores princesas antes de cascarlas allí.


Así que Elodie va conociendo la verdadera historia de la dragona, entre susto y caminata, y ve fracasar una misión de rescate dirigida por su padre.

Como consigue huir, la dragona la lía parda, y los Reyes le ofrecen a la hermana pequeña de Elodie, Gloria, que la dragona no duda en retener porque está interesada en cargarse a Elodie.

Elodie entonces entra en su fase evolucionada. Una especie de McGyver y Red Sonja, armada con la espada de su padre, que la compró en Toledo en un viaje del Inserso. Elodie inicia una batalla épica contra el bicho, a sangre y fuego, nada de adivinanzas y anillos raros, a hostias, derrotando al bicho y devolviéndole la chachara, para atormentarla más, y descubriendo que, no solo comparten ideología, sino que votan al mismo partido político.

Finalmente, tan amigas, Elodie cura a la dragona con un kilo y medio de gusanos radioactivos, y se presentan en el Palacio de sus suegros a repartir amor. En diez segundos cambian de Casa Real. Y el final no lo tengo muy claro, no sé si se quedan con el reino, o si este pasa a ser una república bananera…


En definitiva: Con una duración de una hora y cuarenta minutos, “Damsel” no es del género de películas que a mi me interese, y la he visto más por curiosidad que por verdadero interés. Personalmente no le doy más de un 4, y un 3,5 sino he merendado. Con localizaciones en España, rodada en 2021 en plena pandemia, destaca por ser ecléctica en todo (vestimentas, estilos arquitectónicos, armas…), buenos efectos especiales, y una historia muy del tipo Fiona de Shrek, poco más os puedo decir. Entiendo que pueda tener su público, pero yo no estoy entre ellos.

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