Atención, la
siguiente reseña contiene spoilers, como siempre, sobre la narrativa de la
película… Ojo con estas cosas, que las carga el diablo.
Cuando comienzas a ver “La Chica que lo tenía todo” (Netflix, 2022),
crees, o al menos ese ha sido mi caso, que ya has visto algo parecido en
películas como “El Diablo viste de Prada” (2006) o toda la serie de “Sexo en
Nueva York” (1998), mezclado con pequeños, mínimos tintes, de la malísima “American
Psycho 2” (2002), donde también tenemos a Mila Kunis de protagonista,
casualmente, en un personaje femenino fuerte, en una cinta donde oímos continuamente
su voz en off reflexivamente, y que imagina que apuñala a gente, entre otras
lindezas….
El pijerio de niña que se ha formado así misma, que venía de la nada, y que ahora lo tiene todo en la punta de los dedos, con matrimonio trepador incluido, y con grandes dosis de ambición, solo te mantiene en la pantalla porque comienzas a ver otra historia un tanto más oscura, no la superficial que te están contando, y que se va revelando a través de continuos flashbacks que acaban por mostrar un pasado sórdido donde la vida de Ani pasó por una violación grupal de sus compañeros de instituto, y una posterior masacre en dicho centro educativo, muy a lo “Elephant” (2003) donde su papel no quedó muy claro en su día, y que, ahora, cuando casi está en la cima de la montaña, vuelve desde el pasado para atormentarla…
La película de casi dos horas comienza apostando por algo, que después, como digo es otra cosa… Pero eso no justifica el larguísimo metraje, y las escenas donde simple y llanamente, no ocurre nada durante eternos minutos. Basada en una novela de súper-ventas, que a la vez narra una experiencia real de su escritora, la cinta no me ha llegado a encajar del todo, teniéndome más en suspense el pasado que el presente de mujer ruda y antibalas que parece haberse forjado…
En mi opinión, tiene partes que merecen una reflexión larga y profunda
(la parte de los abusos), pero cuesta creer la evolución del personaje a lo largo
de la cinta… En fin, la dejo a vuestra elección.
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