lunes, 8 de agosto de 2022

Prey (2022)

 

        Atención: Recuerda que todas mis reseñas vienen plagadas de spoilers y revelaciones sobre la trama... Ojo con esto. “Prey” o “Depredador: La Presa” (Disney, 2022) es otra película más de la saga “Predator”, la quinta o la sexta si tenemos en cuenta las que se han hecho compartiendo cartel con el amigo Alien de turno, y que en esta ocasión se trata de una precuela de la saga.


        En la narrativa: Estamos en un punto indeterminado de América, donde un pequeño pueblo comanche vive de la caza y una joven guerrera tiene que soportar el machismo heteropatriarcal imperante en la nación india que le ha tocado vivir que se burlan de su condición de mujer, cuando un buen día, una nave alienígena, suelta por allí a un Predator que viene de Erasmus, en “Bla Bla Car”, para que haga de las suyas.


        Pronto, la joven (que se llama Naru) se da cuenta de que hay un taxidermista genocida suelto por el bosque, y no es español, y a pesar de que avisa reiteradamente a su pueblo, no le hacen caso por su género y sexualidad, y ella misma toma la iniciativa para averiguar qué es, y llegado el caso eliminarlo, siendo testigo de lo que el Predator es capaz de hacer con todo lo que se mueve.


        Posteriormente, el Predator se cansa de matar animales y comienza a matar indios, lo cual nos vuelve a plantearnos la nacionalidad del mismo. Naru y su hermano caen en manos de unos cazadores y tramperos franceses, que saben de la existencia del Predator, y que no son rivales para él, terminando así con la presencia gabacha en América.


        El hermano de Naru, en un puro acto machista y heteropatriarcal, se sacrifica para que ella pueda sobrevivir y seguir luchando contra el Predator, al que ya le ha visto algunos puntos débiles y con el que acaba tras una lucha épica.


        Naru regresa a su tribu como una gran guerrera tras derrotar al Predator, y en unas imágenes finales, postcréditos, vemos como tres naves predators se dirigen hacia la tribu…

        En definitiva: Película entretenida, a la altura de las demás y muy parecida a la primera de la saga en algunos aspectos en mi opinión, y con un metraje justo y correcto. Sale un perro que seguramente se llevará el Oscar a mejor actor de reparto en la próxima gala, si nadie lo estropea con una hostia o algo parecido. Y hay un guiño muy bueno al final, con una pistola de pedernal, si has visto las películas anteriores, que entenderás enseguida. Le daría un seis. Puede verse.

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