Los
lectores habituales de los cómics editados por Cascaborra se sorprenderán un
poco, de entrada, ante el formato reducido y rectangular de “La Noche Triste”
(Cascaborra, 2022) de Ricardo Vílbor (guion), Pablo Sahuguillo y Alicia Soria
(color). No es la primera vez que se nos presenta un cómic de este tipo, pero
no es a lo que estamos acostumbrados, y pronto se verá que el formato, por el
tipo de viñetas, es acertado y que aciertan para narrarnos la historia.
Posteriormente,
ya desde el prólogo y la introducción se nos advierte que no estamos ante un
cómic fiel a la historia real, y que hay ciertas licencias, que a posteriori
vamos a ver especificadas en las páginas finales, explicadas página por página
y en las viñetas concretas.
Estamos
ante un Hernán Cortés, que junto a sus tropas (tanto castellanas como indígenas),
trata de huir del sitio que sufren desde hace una semana en el Palacio de
Axayácatl, donde Moctezuma ha caído muerto (unos dicen que de una certera
pedrada de su propia gente, otros bajo el hierro de los españoles). A la
desesperada, idean un plan: Huir en silencio, en plena noche, a sabiendas que
los mexicas hostiles no eran del agrado de luchas nocturnas y relajaban el
cerco a los sitiados con la caída del sol. La cosa va bien hasta que una
anciana los descubre y comienza a vociferar, dando la voz de alarma y
desencadenando con ello una huida que hará caer a muchos españoles y a sus
aliados en batalla desigual, por las calles de Tenochtitlán…
Entre
lo positivo, destacaría que el cómic de 139 páginas, se lee en un suspiro.
Tiene un dibujo correcto y unas viñetas grandes que saben explotar muy bien el
potencial de la historia, y un gran trabajo con el color.
Ahora,
en el lado negativo (y esta es una opinión muy personal), a pesar de que se
advierte (y el que avisa no es traidor), me hubiera gustado más disfrutar de un
cómic sin tantas licencias y más ajustado a la historia oficial (por ejemplo,
la muerte en sacrificio de Pedro de Alvarado, vestido muy al estilo de Lope de
Aguirre en la película de Wener Herzog, chirría bastante… Podrían haber
sacrificado a un tipo cualquiera, y hubiera ganado mucho a mi parecer), ya que
esa opción lo pone en la vía de los cómics tipo “What if…?” de Marvel, salvando
las distancias.
¿Eso hace que “La Noche Triste” sea un cómic malo? En ningún caso. Es un cómic muy disfrutable, con una interpretación personal de los autores como comento, pero también con muy buenos primeros planos, lleno de acción (desde la primera hasta la última página), que no abusa de complejos diálogos para tirar del carro narrativo y con interesantes aportaciones de Guilhem Olivier (de la Universidad Nacional Autónoma de México) y David Nievas Muñoz (asesor histórico de Augusto Ferrer-Dalmau).
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