Atención. En esta entrada revelo gran parte de la trama de la
primera parte de la cuarta temporada de “Stranger Things”, con spoilers y
destripamientos de la narrativa que quizás, solo quizás, no quieras leer.
Estamos avisados/as.
La
cuarta temporada de “Stranger Things” (Netflix, 2022) nos llega dividida en dos
partes. Centrándonos en los primeros siete episodios de la temporada, tenemos
una nueva narrativa, con un nuevo malvado (esta vez es una especie de hechicero
escapado de “Dragones y Mazmorras” llamado Vecna) y tres hilos argumentales,
que, en mi opinión, varían en cuanto a interés, pero que salvan el conjunto
global.
En el primero, y quizás más aburrido, tenemos el rescate de Hopper en plena URSS, por parte de Murray Bauman y Joyce Byers (una estrambótica Winona Ryder que creo que se cree ya el personaje a pies juntillas). Hopper, con ayuda de un guardia corrupto, conecta con el dúo dinámico que intenta por todos los medios llegar a él, cayendo en una serie de aburridas aventuras, que me han hecho bostezar en esta parte, hasta que aparece un demogorgon…
En
el segundo hilo, tenemos a Once, con sus problemas adolescentes tras haber
perdido los poderes, y tener una relación un tanto regular con lo que queda del
grupo. Un viaje a su pasado, y a su presente para volver a recuperar sus
poderes, la hacen tener su propio hilo que pierde igualmente interés a ratos
porque, ¡Oh, Sorpresa!, hay momentos en los que sencillamente no sucede nada
relevante a su alrededor, hasta que aparece Uno y la trama comienza a recordar,
vaga y sospechosamente, a la relación y ruptura de Magneto y el profesor
Charles Xavier marvelianos para revelar que Uno es, en realidad, Vecna, una “víctima”
de Once… En este hilo, casi de secundarios, tenemos a los personajes de Mike
Wheeler y Will Byers, junto con la incorporación de un amante del reggae, pizzero,
porreta y de increíble (y dudosa, por ser más falsa que un euro de madera)
melena, llamado Argyle.
El
tercer hilo es el núcleo duro de la trama. Son los que se enfrentan al Boss
desde el inicio. Una serie de extrañas muertes de adolescentes del instituto
los pondrá sobre aviso: Hay un monstruo nuevo en el vecindario, y va a por
ellos, con referencias a Dragones y Mazmorras y a media saga de “Elm Street”,
con razón aparece Robert Englund haciendo un guiño. Aquí tenemos al resto del
elenco, donde Dustin será el que corte el bacalao, con el hándicap de que
ninguno tiene la capacidad o los poderes para enfrentarse al Bicho Final. La
incorporación de Eddie (¿Es un guiño a la mascota de los Iron Maiden?), que es
el típico metalero de los ochenta que además de fumar porros, es adicto a
Dragones y Mazmorras, le pondrá, por fin, el punto heavy que la serie
necesitaba desde casi el principio de los tiempos.
Esta parte pierde parte de la esencia "Spilberiana" que tenían las anteriores temporadas. Los actores han crecido, y eso se nota. El chicle aún aguanta, pero no durante mucho más tiempo. Entretenida en su conjunto... El final vendrá con el Volumen II de esta Cuarta Temporada en julio de este 2022. En un mes, sabremos cómo acaba todo.
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