“La
Calle del Terror. Parte 3. 1666” (Netflix, 2021) viene a cerrar la trilogía de
la malvada bruja que mantiene aterrorizada a toda una población estadounidense desde
el S. XVII. En esta última entrega, volvemos a los tiempos en los que era una
pequeña población británica, con fuertes convicciones religiosas, dentro de un
protestantismo aficionado a quemar brujas (muchas más, los datos existen, que
en otros países no protestantes, que después se llevaron una fama que dura
hasta la actualidad). ¿Spoilers? Si, ¿Por qué no?
La
película no me ha parecido tan atractiva como las dos anteriores. Yo me
quedaría a toro pasado con la Primera Parte de la trilogía. Queda claro, en
esta parte, que volvemos a contar con el mismo elenco de actores para concluir
la saga.
Pero
hay cosas, que, por mucha ficción que quieras hacer, si quieres tener un mínimo
de credibilidad histórica, no deberías dejar de lado. Es lo que tiene Netflix,
que reinventa la historia utilizando los cánones del “buenismo” actual, y así
nos va, que después la gente se lo cree a pies juntillas, y terminamos
prostituyendo no ya a la Historia, sino también a la misma verdad.
Por
mucho que estemos ante una ficción, la película muestra una relación entre
hombres y mujeres, entre las propias mujeres, y entre razas, que no fue tal, ni
por asomo. Negros que tratan de tú a tú a blancos, que leen la Biblia o que
participan activamente de esta sociedad británica colonial, puede llegar a rayar
a cualquiera que sepa un poco de Historia Universal.
El
acceso a la Iglesia, a la Biblia, a simplemente saber leer y escribir, estaban
completamente prohibidos a los negros o a mulatos. No eran (desgraciadamente) hombres
libres, eran cosas, eran esclavos llevados desde África en barcos negreros y
obligados a trabajar de sol a sol, aunque para la Historia quedó la película “Amistad”
de Spielberg, y aquí solo eran esclavistas los malvados españoles…
Recoge,
eso sí, muy bien el ambiente tenso de acusaciones, a las mujeres por sus
tendencias sexuales, o simplemente por sospechar de ellas, acabando la vida con
muchos inocentes. En la narrativa, nos
muestran el origen de la maldición de la Bruja, donde medio pueblo loco, quiere
matar a quien no debe. También tenemos algún salto en el tiempo, para rematar,
y una sorpresa que le da un giro al argumento defendido en las dos primeras
partes.
¿Olvidable? Sí. No es, como os digo, la mejor de las partes, y simplemente la he visto por saber cómo acababa todo.
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