Con
“Attu y la lucha por las islas Aleutianas. La campaña olvidada de la Segunda
Guerra Mundial” (Editorial Hécate, 2017) me he quedado maravillado por varios
motivos. En primer lugar, porque narra un acontecimiento dentro de la Segunda
Guerra Mundial, que fue la toma japonesa de parte de las islas aleutianas
(pertenecientes a Estados Unidos desde mediados del S.XIX, al ser compradas a
Rusia junto a Alaska) en la primera semana de junio de 1942, concretamente las
islas más orientales de Attu y Kiska, y la posterior reconquista, por parte de
los estadounidenses de dichas islas, en condiciones climáticas imposibles, y
con una cobertura política, periodística y social prácticamente nula, convirtiéndose
en una campaña, como bien dice el subtítulo del libro, olvidada en prácticamente
todos los sectores, y que difícilmente encontraras en los libros generales
dedicados al conflicto, a pesar de que en esta operación participaron, y fueron
muertos y heridos, miles de hombres (sobre todo, del lado japonés).
En
segundo lugar, porque narra perfectamente la conquista y llegada de los
japoneses a las Aleutianas (páginas iniciales que conforman el primer capítulo,
Invasión y Respuesta), y porque la segunda parte del libro (que está dividido
en cuatro bloques fundamentales: Invasión y Respuesta, Reconquista, los
japoneses en Attu y el fiasco de Kiska) se basa en los testimonios directos
recogidos (creo que hay más de cincuenta, reconozco no haberlos contados todos)
a los soldados y oficiales estadounidenses que lucharon cara a cara con los
japoneses, y no se ahorran detalles a la hora de describir las cargas, los
miedos, los tiros y los muertos y heridos en combate, y algún “milagro” que se
produjo durante los combates. Solo ya por este motivo, el libro me ha parecido
sublime, aunque en una de las solapas (en la anterior) se informa que “Presenta
los testimonios de numerosos soldados japoneses y estadounidenses…”, solo
leerás parte del diario del oficial médico japonés Paul Nobuo, fallecido en
Attu en la llamada “Carga Final” japonesa, que a todas luces, fue una auténtica
locura mayúscula.
Además,
recoge los informes de la inteligencia estadounidense, tras la reconquista de
Attu (tercera parte), sobre las características de la ropa usada por los
japoneses, armamento, tácticas de combate, valor y arrojo, hasta los menús que
tomaban los nipones, algo muy fuera de lo común en libros de semejantes características.
Y finaliza, con el gran fiasco de la reconquista de Kiska, para la cual se
usaron miles de soldados estadounidenses y canadienses, cuando los japoneses ya
se habían marchado sigilosamente del lugar.
Todo,
aderezado con cerca de cuarenta fotografías, planos e ilustraciones, las principales
mostradas en páginas interiores en un color azulado, para que las localices fácilmente,
hacen de este tomo, como todo lo que he leído (hasta la fecha) de esta
Editorial Hécate, un volumen de lo más recomendable si te interesa la temática
de la Segunda Guerra Mundial.
Es
disfrutable al máximo, no pierde interés en ningún momento, y narra una campaña
poco conocida, y no por ello menos importante, del escenario bélico en el
Pacífico.
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