miércoles, 18 de agosto de 2021

Beckett (Netflix, 2021)

 

        En “Beckett” (Netflix, 2021) tenemos a un turista estadounidense, que, junto a su novia, visita la convulsa Grecia de 2015 (lo sé por las protestas en la televisión), entonces… Spoilers a cascoporro… Tienen un accidente automovilístico al salirse de la carretera de noche y empotrarse con la única casa que hay a 45 km a la redonda.


        Del porrazo mayúsculo, la chica fallece y Beckett se rompe un brazo. Tras declarar a la policía, Beckett vuelve a la casa donde metió el piñazo. Mientras contempla el charco de sangre que dejó su chica, y a punto de meterse 400 pastillas “pal cuerpo”, una chica rubia y uno de los policías que le atendió en comisaria, se lían a tiros con él. De hecho, en el brazo roto, le meten un plomazo de lado a lado.


        Tras encontrarse con unos cazadores que le ayudan, los “malos” matan a uno de ellos, y comienza una nueva persecución en la que el tipo sabe que no se puede fiar de la policía. Así se va encontrando a distintas personas en su huida, sin saber qué hacer, donde ir, o el motivo por el que le quieren matar, viviendo escenas un tanto surrealistas como el llamar por teléfono con bridas en las muñecas sin que la gente se cosque mucho por él.


        Tras encontrarse con unas activistas, se entera de que el chico que vio en su accidente (eso no lo he querido contar hasta ahora) es el sobrino secuestrado de un político de izquierdas, así que comienza a entender por qué se lo quieren cargar.


        La película se convierte en una trama política entre gente de izquierdas y ultraderechas que tienen comprada a parte de la policía y a gente de la propia embajada estadounidense, siendo Beckett el objetivo a eliminar por haber sido testigo de donde tienen secuestrado al chaval, y el partido morado, los únicos que le pueden ayudar… Así que Beckett, con un brazo roto, varios navajazos, un par de tiros y mil doscientos golpes, se propone llegar hasta el final.

         Psssssss… La película no deja de estar entretenida (sin tirar cobetes, no os flipéis), y aunque hay cosas que te las meten con colador, como que prácticamente este tipo se tenga que enfrentar a media Grecia, o que no se muera ni a la de tres (no quiero imaginarme que habría logrado de estar al 100%), todo es comprensible si la película es italiana y el protagonista es, como no podía ser de otra manera, estadounidense, porque estas cosas no le pasan a un húngaro o a un portugués ni por asomo. Arranca bien, pero después se mete en un tejemaneje que me ha recordado a aquellos libros-juegos en los que según el camino que eligieras, te encontrabas con extraterrestres o con Rita La Cantaora… Y al volver sobre tus pasos, resultaba que estabas en el Amazonas… Esa es la sensación.

        Efectivamente, con media hora menos de metraje, le das más vidilla a la narrativa, tú y yo lo sabíamos.

2 comentarios:

  1. A veces el cine de acción es lo que tiene, que se vuelve político y como todo lo que tiene que ver con la política le sobra media hora (de cada hora). Con todo, me ha llamado la atención, así que, la anoto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mil Gracias por leer la entrada. Si ves la película, me comentas que sensación te dió.👍😁

      Eliminar

Tu opinión me interesa, y lo sabes...