“Elizabeth
Bathory. La condesa sangrienta” (Norma, 2010), de Pascal Croci, recoge la
historia, muy libremente adaptada, de una de las mayores (si no la mayor)
asesinas en serie de la historia de la humanidad: La condesa húngara Elizabeth
Bathory.
Si
bien los historiadores no se ponen de acuerdo en el número de víctimas (unos
dicen que una treintena, otros más de seiscientas, y otros la creen inocente víctima
de un complot para acabar con ella y su reputación), esta condesa que vivió
entre los S.XVI-XVII, era pariente-descendiente del famoso Vlad Tepes alias “Drácula”,
que hoy en día es considerado un héroe nacional en su Rumania natal.
Siguiendo
la historia-leyenda, a la condesa le gustaba organizar orgías en su castillo,
que concluían en torturas y asesinatos de jovencitas vírgenes, de doce-trece
años en adelante, de las cuales aprovechaba su sangre para darse baños con la
que creía rejuvenecer, dejando el castillo de paso hecho unos ciscos . Todo
ello, mientras su marido se batía en la frontera con los turcos, que estaban en
plan “invadir media Europa”.
Con una narrativa muy del estilo “Drácula” de Bram Stoker, la historia se nos cuenta desde el S.XIX, con una primera parte donde el personaje de Harker picado por la curiosidad va al castillo de la condensa, y una segunda donde se van narrando los acontecimientos sucedidos en dicho castillo, abandonando poco a poco la viñeta que es sustituida por la ilustración, con una estética muy del estilo romántico.
En las páginas finales, tenemos cierto material extra, explicativo sobre el cómic y la vida y obra de la condensa, y algunas láminas de Pascal Croci.
Interesante
personaje, pero el cómic creo que pierde al enfocarlo de manera taaaan parecida
a la narración de “Drácula”, encorsetado en 68 páginas, presentando a la condesa
como una vampira con toda la parafernalia característica del personaje, más
alguna que otra cita bíblica que no viene mucho al caso...
Algo
más biográfico, y directo, menos esotérico, quizás hubiera hecho más justicia
al personaje y a la historia en su conjunto. Aun así, no es un cómic aburrido o
que me haya disgustado, todo lo contrario.
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