sábado, 20 de febrero de 2021

Iron Fist (Primera Temporada, 2017)

 

        Estaba indeciso ante “Iron Fist” (Primera Temporada, 2017), porque sé que esta serie se cruza con “Luke Cage”, “Jessica Jones”, “Daredevil” y “The Defenders”, y pensaba que me podía hacer un buen lío con los personajes y las tramas.

 

        “Iron Fist” además, es un personaje del que nunca he tenido un cómic (ni leído), y tenía curiosidad por conocerlo, más allá de las meras referencias marvelianas que tengo de Daniel Rand.

 

        El caso es que, en la serie, Daniel Rand es un joven que regresa de entre los muertos, en plan Paco Martínez Soria (le faltan las gallinas), quince años después de su desaparición. Desaparece junto a sus padres después de un accidente aéreo, descalzo y desorientado, para descubrir que los hijos del exsocio de su padre (al que consideraba su tío) se han quedado con la empresa y la manejan a su antojo, como buenos pijos. Daniel explica que ha estado con unos monjes, un caso típico de abducción, en un lugar llamado KunLun, que se conecta con nuestra dimensión cada cierto tiempo, y que estos le han enseñado Kung Fu, Kárate, y la técnica especial (Iron Fist) que transforma su puño en un amasijo de mala hostia, todo con una esmerada educación a base de palos y rapamiento de cabeza. También le enseñan a vibrar como una abeja, cuando no encuentra el dial de su radio favorita.

 

        Al tercer episodio, al bueno de Daniel se le pasa la época hippie de andar descalzo y dormir en los parques, y recibe parte de la herencia millonaria de sus padres, que, como haría yo, se la gasta en gilipolleces. A partir de aquí, la serie ya cae en picado. Los malos son unos tipos que se hacen llamar La Mano, hermanos del Clan del Pie (los malos de Las Tortugas Ninja), que resulta que tienen sucursales por todo Nueva York, y que quieren engañar al bueno de Iron Fist con una tarifa plana de internet, mientras intentan matarlo disfrazados de ninja.

 

        Diez episodios aburridos, completan los trece, en los que Daniel descubre el amor a base de esclarecedoras hostias, y en los que realmente no ocurre nada. De hecho, toda la trama, podría resumirse en siete episodios, y en vez de dos temporadas, quizás hubiéramos llegado a cuatro, ya que después de terminar la primera temporada, leo que la serie se canceló al finalizar la segunda, ¿Por qué sería?

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