El Buscón de las Indias (Norma, 2019) Juanjo Guarnido, Alain Ayroles

        “El Buscón” fue escrito por Quevedo, aunque él mismo llegaría a negarlo en varias ocasiones, para no tener problemas con la Inquisición, en el primer cuarto del S. XVII. La primera edición aparece en 1626, aunque se tienen manuscritos anteriores a esa fecha.

        El argumento, giraba, como muchos libros de la época, en torno a un pícaro, Pablos de Segovia, que debe buscarse la vida de aquí para allá, como “El lazarillo de Tormes”, y narra su vida con sorna y sátira, contando los innumerables fracasos y palos que se lleva, física y mentalmente, ya que pierde a su hermano de siete años azotado, y pierde a su padre ahorcado y descuartizado, mientras su madre es arrestada por la Inquisición acusada de bruja. Y recibe varios reveses de los distintos amos que tiene, y de sus deseos de escalar socialmente, con mentiras, en una sociedad estamental muy marcada.

        “El Buscón en las Indias” (Norma, 2019) del excepcional Juanjo Guarnido (dibujo), y Alain Ayroles (guion), continua la historia allí donde Quevedo la dejó. Ya que la historia hubiera continuado en las Indias, en la América española, pero Quevedo nunca la llegó a escribir.

        Pablos de Segovia se embarca, rumbo al Nuevo Mundo, rumbo a nuevas aventuras llenas de picaresca. Ahora rico, ahora pobre. Las aventuras de Pablos le llevarán a contar la historia de cuando estuvo en El Dorado, mítica ciudad anhelada y requetebuscada por los Conquistadores del siglo anterior. Metiéndose, de paso, en innumerables líos de mentiras, disfraces, paisajes increíbles y peligros de todo tipo.

        Con un dibujo maravilloso, y con un guion trepidante, “El Buscón en las Indias” se perfila como uno de los mejores cómics que se ha publicado en el último año. Una auténtica gozada, que se supera, viñeta a viñeta, con todos los componentes de las mejores historias de aventuras, y que te engancha desde el principio hasta el final, mezclando personajes ficticios, con otros reales (el Conde-Duque de Olivares, Velázquez, Felipe IV…), y con unos giros argumentales que harán las delicias del lector.

        Es un cómic imprescindible. Una verdadera obra de arte. No dudes en leerlo, en cuanto puedas.