A los que nos dedicamos a esto
de la Educación y la Formación, el nombre de María Montessori (1870-1952) no
nos es desconocido. Montessori fue una serie de serie. Una mujer fascinante, que,
a lo largo de su vida, desde los catorce años, estudió ingeniería, biología,
antropología, filosofía, psicología… Y fue la primera italiana en doctorarse en
Medicina.
Pronto, se interesó por la
pedagogía y la educación en su país, y consiguió revolucionar, a través de su
propio método (que daba mucha libertad al alumnado), todo el mundo del
aprendizaje. Trabajando, en un primer momento, con niños a los que la sociedad
consideraba perturbados, y con los que consiguió resultados increíbles.
Pronto su fama se extendió, y
fue invitada a conferencias, ponencias y a explicar su método en varios países
del mundo, sufriendo el cierre de sus centros educativos por parte del fascismo
italiano en 1934.
Le tenía muchas ganas a este
cómic desde hace un tiempo, que lo vi anunciado, en diversos foros comiqueros: “María
Montesorri” (Penguim Random House, 2020) de Alessio Surian (educador), Diego di
Masi (educador) y Silvio Boselli (ilustrador), nos presenta a una anciana María
Montessori, retirada en los Países Bajos, que recuerda, rodeada de amigos y
familiares, sus inicios, su vida, sus experiencias con niños de diversas edades
y sus logros. El cómic sigue el esquema de grandes viñetas no delineadas, bicromáticas,
que cambian de estilo en un par de ocasiones. Es una obrita muy interesante y
amena. Yo he podido disfrutar de ella, gracias a la Biblioteca del Instituto, y
me ha encantado leer un poco más de esta vida tan fructífera.
Con gran cantidad de libros
publicados, Montessori es una referencia mundial en el mundo educativo. Lástima
que su método choque frontalmente con aquellos que gustan de burocracias y
programaciones encorsetadas. Muchas veces, nos sabemos la teoría, pero no la
práctica.
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