En su día, nos gustó tanto “Wallace
y Groomit” (2005), que nos compramos el dvd original. Y, creo, que he perdido
la cuenta de las veces que hemos visto esa película.
Después, hemos procurado seguir
viendo esta saga tan peculiar de películas filmadas en “Stop Motion”, que son
una pasada auténtica, de trabajo, técnica y narración, que vienen con la firma
de Aardman Animations.
Aprovechando el calor del último
día de julio, esta tarde nos ha dado por alquilar “Cavernícola” (2018), otra
simpática producción, llena de gags humorísticos, de estos personajes orejudos
y dientudos en la mayoría de los casos (cuando no calvetes o melenudos, no hay término medio).
En esta ocasión, nos encontramos
a un grupo de Cavernícolas, anclados en la Edad de Piedra, que deberán enfrentarse
a la toda poderosa tecnología de la Edad del Bronce, pura modernidad. Para
ello, y para salvar su preciado valle lleno de conejos, los cavernícolas deberán
aprender a jugar al fútbol, y vencer en un partido, al mejor equipo de los bronceados,
el Real Bronzio, un equipo de figurines individualistas.
Graciosa, llena de guiños, si
conoces ya las producciones de Aardman sabes que vas a ver una película entretenida,
amena, y para todos los públicos. La prehistoria, os aseguro, nunca fue tan
divertida.
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